viernes, 28 de marzo de 2025

EL INFIERNO DE MADRID

Hace unos días me refería yo aquí al manifiesto que hace unos años firmó un grupo de escritores y artistas supuestamente de izquierdas, en el que calificaban de infierno los años de gobierno del PP en la región. Hoy hemos sabido que Madrid encabeza el ranking europeo de esperanza de vida por regiones. Curiosa región infernal esta, en la que las personas tardan en ir al infierno más que en ningún otro sitio.

La sanidad pública madrileña es uno de los arietes que con más frecuencia utiliza la supuesta izquierda para combatir la gestión de Díaz Ayuso en Madrid. Se la acusa de degradar la calidad del servicio, de privatizarlo y de no sé cuántas otras cosas que estarían conspirando contra la equidad en la prestación de los servicios públicos.

No estoy muy al corriente del detalle de la política sanitaria madrileña y de si se diferencia sustancialmente de la que se aplica en el resto de España. Pero, en vista del dato de la esperanza de vida obtenido por Madrid, no caben nada más que estas dos conclusiones: o no es cierto que en Madrid se esté privatizando la sanidad; o, si es cierto, es lógico pensar que podría existir una relación entre un cierto grado de privatización y la mejora de la esperanza de vida de la población. Yo más bien creo que es lo primero, a pesar de los aspavientos de esta izquierda infernal que padecemos.

Por cierto y dicho sea de paso. Me pareció muy necesaria la entrevista que ayer le hizo Alsina a Díaz Ayuso. Aunque resultó bastante correosa (la entrevista), la entrevistada no se defendió bien. Y no lo hizo porque, en el fondo, su situación es poco presentable: una presidente de una Comunidad Autónoma no puede salir, institucionalmente, en defensa de una persona que está acusada de haber cometido varios delitos, ni aunque sea su novio; ni aunque se trate de hechos anteriores a su relación.

No obstante, me merece una valoración muy positiva que la presidente madrileña se haya sometido al escrutinio de Alsina, que ya sabía que no iba a ser nada cómodo. Contrasta con la conducta de otros.

sábado, 15 de marzo de 2025

AYUSOFOBIA

La obsesión de la izquierda con la Presidenta de la Comunidad de Madrid resulta patética. Empezaré por decir que no voy a revelar ahora qué juicio me merece el personaje. Y no lo haré para que no se juzguen las opiniones que estoy exponiendo en función de la posible afinidad o falta de ella que me inspire, porque nada tiene que ver.

El ataque por tierra, mar y aire al que todas las versiones de la izquierda política realmente existente están sometiendo a la presidente madrileña, no solo carece de mesura, sino en muchos casos, de justificación. Además de los líos fiscales de su novio, lo de estos días es el número de muertos por COVID-19, de los que la izquierda culpa a Ayuso: han llegado a llamarla asesina por ello. Así como suena.

Si examinamos el gráfico que inserto más abajo, que refleja datos oficiales publicados por el Ministerio de Sanidad de Pedro Sánchez, podemos comprobar que la Comunidad de Madrid es la sexta de 17 en número de fallecidos por cada 100.000 habitantes. Es cierto, no es de las mejores, pero aun hay cinco peores que Madrid y, de ellas, tres (Aragón, Castilla La Mancha y Asturias) entonces, gobernadas por el PSOE y una (País Vasco) cogobernada por este partido. A qué viene entonces tanto aspaviento con Ayuso y Madrid.


Hace unos años, y dentro de esta patética campaña antiayuso, un nutrido grupo de cantantes, actores, escritores y otras personas de lo que podemos llamar el mundo de la cultura, suscribieron un manifiesto público en el que calificaban los años de gobierno del PP en la Comunidad de Madrid como un "infierno".

Entre los firmantes del manifiesto se encontraba Antonio Muñoz Molina, persona cuyas opiniones políticas siempre había respetado y, en general, compartido. No es que yo comparta muchas de las políticas del PP y, menos, las de la Comunidad de Madrid. Pero, de ahí a calificar de infierno una gestión política, que algo tendrá que ver con la pujanza de la ciudad y de la región en los últimos años, media un abismo que solo una mente sectaria puede saltar.

Hoy publica Muñoz Molina su habitual columna sabatina en El País. Los tipógrafos del diario han colocado en medio de la página un destacado que señala lo siguiente: "No se ha llegado a un acuerdo sobre una evidencia aritmética: los ancianos que murieron en las residencias de Madrid". De modo que ya me imagino de qué va el artículo y, por tanto, no pienso leerlo.