jueves, 25 de septiembre de 2025

UNA OPINIÓN INTEGRADORA, INTELIGENTE Y NO DIVISIVA


 El Rey Felipe VI se ha pronunciado en la Asamblea General de la ONU sobre la situación de Palestina en unos términos, no solo más razonables que los de la campaña que lleva a cabo Pedro Sánchez, sino más inteligentes. El empeño en la utilización del tecnicismo jurídico ‘genocidio’, como arma arrojadiza contra sus torpes adversarios políticos corre el riesgo de quedar en ridículo el día que el tribunal internacional competente, eventualmente, dictamine que lo que está ocurriendo en Palestina no es un genocidio, aunque sí sean, como los ha calificado el Rey, actos aberrantes que repugnan a la conciencia humana y avergüenzan al mundo.

Fragmento del discurso del Rey Felipe VI en el 80° periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU:

“… en Oriente Próximo, en Palestina, en la Franja de Gaza. No podemos guardar silencio, ni mirar hacia otro lado, ante la devastación, los bombardeos, incluso de hospitales, escuelas o lugares de refugio; ante tantas muertes entre la población civil; o ante la hambruna y el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas..., ¿con qué destino? Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa. Repugnan a la conciencia humana y avergüenzan al conjunto de la comunidad internacional.

España es un pueblo profundamente orgulloso de sus raíces sefardíes. Cuando hablamos al pueblo de Israel, estamos hablando a un pueblo de hermanos, un pueblo que, cuando regresa a España –a Córdoba, a Toledo, a Sevilla, a Barcelona y tantos otros lugares- regresa a su casa; fue ese el principio inspirador de la ley por la que, en 2015 y con amplio consenso, se concedió la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefardíes originarios de España. Por eso nos duele tanto, nos cuesta tanto comprender lo que el gobierno israelí está haciendo en la Franja de Gaza. Por eso clamamos, imploramos, exigimos: detengan ya esta masacre. No más muertes en nombre de un pueblo tan sabio y tan antiguo, que tanto ha sufrido a lo largo de la historia.

Seamos claros, condenamos rotundamente el execrable terrorismo de Hamás y especialmente aquella matanza brutal del 7 de octubre de 2023 contra la población israelí y reconocemos el derecho de Israel a defenderse. Pero, con la misma firmeza, demandamos que el gobierno de Israel aplique sin reservas el derecho internacional humanitario en toda Gaza y Cisjordania. Exigimos que la ayuda humanitaria llegue sin dilaciones, un alto el fuego con garantías y la liberación inmediata de todos los rehenes que aún retiene Hamas con tanta crueldad.

La comunidad internacional debe asumir su responsabilidad para hacer realidad cuanto antes una solución viable que contemple la existencia de los dos Estados. El reconocimiento del Estado de Palestina por parte de un número creciente de miembros de nuestra Organización, al que España se sumó el pasado mes de mayo, debe ayudar a conseguir una paz regional justa y definitiva, basada en la aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas y también en el reconocimiento universal del Estado de Israel.”

Una vez más, el jefe del Estado ha tenido una conducta impecable en el ejercicio de sus altas funciones representativas y de moderación y arbitraje. Y contrasta vivamente con la falta de categoría de Pedro Sánchez que, al dar su opinión sobre el discurso de Felipe VI, ha traído a colación el hecho de que el presidente de Galicia (del PP) acaba de calificar de genocidio la actuación de Israel en Palestina, para terminar felicitándose de contar con alguien más que "llama a las cosas por su nombre". Al parecer, el Rey, que, con acierto, no ha utilizado el término genocidio en su discurso, no llama a las cosas por su nombre... según Pedro Sánchez.





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