domingo, 9 de noviembre de 2008

Por fin se oye una música agradable

Rahm Emanuel es la persona que ha elegido Barak Obama como jefe de gabinete de su futuro gobierno. En el régimen presidencialista de los EE.UU. este puesto es, en cierto modo, equivalente al de primer ministro de las democracias europeas. Es decir, se trata de alguien muy importante en la próxima política norteamericana.
Emanuel ha declarado hoy que la clase media será una prioridad de la nueva política y que el gobierno de Obama se propone reducir los impuestos de los trabajadores y subírselos a los más ricos.
Toda una lección para esta atolondrada izquierda europea y española en particular. Mientras, en España, un gobierno supuestamente de izquierdas va suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio. ¡Qué coherencia!

Siempre en la misma piedra...

"Siempre hemos sabido que el interés egoista e irresponsable era malo desde el punto de vista moral; ahora sabemos que es malo desde el punto de vista económico." (Franklin Delano Roosevelt).
Roosevelt fue el Presidente de los EE.UU. que tuvo que enfrentarse a las consecuencias de la "Gran Depresión" de los años treinta. Sus palabras demuestran lo poco que hemos aprendido desde entonces.

martes, 4 de noviembre de 2008

Apendicitis

Anoche operaron a Carlos de apendicitis. Todo salió bien, pasó la noche tranquilo y despertó ansioso por abandonar la cama. Por suerte le autorizan y comienza sus paseos por la habitación, uncido al poste del que cuelgan los remedios cuyas lágrimas se deslizan lentamente hacia el brazo punzado. Así comienzo el día, con la sensación de que el destino ha sido benévolo. La realidad acompaña a una brillante y luminosa mañana, ayudando a conjurar la incertidumbre y la inquietud que siempre embargan el ánimo ante la enfermedad. Este aliento optimista es como una pantalla de cristal translúcido, que no deja ver con claridad que, al otro lado del cristal, hay todo un dispositivo de protección social ante la adversidad, cuya mera existencia es una inmensa suerte; no lo es menos que, además, funcione.

Decido tomarme la mañana libre, sintiéndome, claro, un poco extraño. Acompaño al colegio a Elena, que quiere perderse la primera clase para ver a su hermano. Paro en la gasolinera a comprar el periódico antes de ir al hospital e imagino, con algo de antojo, que ésta bien puede ser la aventura diaria de un jubilado: levantarse a una hora no intempestiva, disfrutar del frescor de una mañana de otoño, desayunar, leer el periódico..., eventualmente, visitar a un enfermo.

Llamo a la oficina para advertir de mi ausencia y sus motivos y, lo que parece un inopinado mecanismo de la conciencia, me hace decir vegetaciones, donde debí decir apendicitis. Supongo que ambas ideas deben encontrarse próximas en la memoria, en aquella parte que retiene las representaciones o los conceptos de los tratamientos quirúrgicos menos graves o sin riesgos vitales. No quiero pensar lo que diría algún psicoanalista algo insidioso acerca del lapsus y la dificultad de los padres para admitir o, al menos, percibir que los hijos, como nosotros, como todos los seres, van dejando atrás etapas en su desarrollo y alcanzando otras tan próximas, ¡ay!, a la edad adulta.

Pienso en el tiempo inaprensible, que deja anhelar, como con prisas, etapas de la vida que aun no han llegado y no permite aceptar del todo que otras ya no volverán.

Estas cavilaciones me distraen en esta hora en la que la vida parece volver a su rutina. Carlos ya ha comido en casa, se encuentra bien (creo que demasiado bien, él sabe porqué) y yo decido dar una vuelta por la oficina para aligerar los quehaceres de mañana.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Guillermo Tell inverso

Entre las medidas puestas en marcha por el gobierno Bush para afrontar la crisis de su sistema financiero se encuentra la compra por el Estado de acciones de los bancos afectados, por un importe inicial de 125 mil millones de dólares (más de 16 billones de pesetas).
Se ha sabido que el 52% de esa cantidad la van a dedicar los bancos a pagar dividendos a sus accionistas.
Me pregunto, ingenuamente: si estos bancos están en crisis, en una crisis tan grave que obliga al Gobierno a intervenir en ellos, ¿cómo es que tienen beneficios? Y, si los tienen, ¿porqué no los guardan para devolver las cuantiosas ayudas públicas que van a percibir? O, directamente, ¿porqué no se reduce la aportación pública por el mismo importe?
Otra pregunta ingenua: ¿eso mismo se va a hacer en España y por un Gobierno socialista?
No hay palabras para definir y calificar esta situación. Es de una injusticia y una inmoralidad inimaginables. Es realmente repugnante. Si esto ocurre en España me haré apátrida.