viernes, 13 de noviembre de 2009

La mezquita imposible

Los ciudadanos de religión musulmana de Sevilla no pueden construir una mezquita. En todos los emplazamientos en los que lo van intentando se topan con una horda racista y xenófoba que lo impide, ante la pasividad o ineptitud de las autoridades.
El último capítulo de este vergonzoso episodio de la historia de Sevilla ha sido una manifestación que concitó anoche a casi el 10% de la población del barrio popular de San Jerónimo, el último lugar ofrecido por el Ayuntamiento a la comunidad islámica. Antes ya fueron expulsados de los Bermejales, otro señero punto de esta infame geografía sevillana de la ignominia.
En la manifestación de San Jerónimo pudo leerse una pancarta que decía: "depuradora, tanatorio, vacie, cementerio y, ahora, mezquita". Literal.
¿Se imaginan los manifestantes una pancarta en la que, tras la retahíla, en lugar de la palabra mezquita, apareciera, por ejemplo: iglesia, hermandad del rocío o del granpoder, ermita, etc.?
¿Es posible imaginar un ejemplo más genuino de falta de civismo?
Hay días en los que uno se avergüenza de su vecindad. Hoy es uno de ellos.