Fábula de la concejala arrepentida

Érase una vez una concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Córdoba, que un domingo de Ramos salió al balcón de su casa, al paso de una procesión, con un cartel que decía "NO", al tiempo que saludaba burlonamente a quienes seguían la procesión en la calle, mientras hacía sonar una sirena de un megáfono.

La Alcaldesa de Córdoba, del mismo partido, indignada, calificó el incidente de “reprobable y rechazable” y exigió a su correligionaria que se disculpara. Esta lo hizo mediante una afligida carta dirigida a la Hermandad ofendida.

Aunque el episodio se comenta por sí mismo, no puedo reprimir una pequeña glosa.

Dejando de lado el mejor o peor gusto de la concejala, hay algo indiscutible en el hecho y es que se trataba de un acto de protesta contra la manifestación más agobiante de la Semana Santa, como son las procesiones. Y la conclusión evidente que podemos extraer es que quien se atreva a oponerse a tan añeja afirmación de nuestras tradiciones patrias será arrojado a las tinieblas. Y si no que se lo pregunten a la pobre concejala, obligada a ese urgente e impúdico arrepentimiento por su jefa política.

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Vista del Estrecho desde Punta Paloma

Las ofensas consentidas por Vitorio y Luchino

En el reciente pregón de la Semana Santa de Sevilla, perpetrado por uno de los "grasiosos oficiales" de la caverna, Antonio Burgos, el pregonero dedicó unos maleducados y retrógrados comentarios hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo. Digo maleducados porque, entre los presentes se encontraban personas que, con toda probabilidad, son partidarias del matrimonio entre homosexuales. Significadamente, el Alcalde de Sevilla, cuyo papel en semejante mojiganga (me refiero al pregón, naturalmente) parece ser relevante, a tenor del lugar que ocupa en la farsa y del ridículo atuendo con el que asiste a la representación. Pero, además y más importante, porque en la sala podían encontrarse también personas casadas del mismo sexo. De hecho, allí estaba -perejil de todas las salsas- el prolífico (en diseño) matrimonio formado por los modistos Vitorio y Luchino.
De modo que Burgos decidió comportarse como ese invitado maleducado e impertinente, que se dedica a meter el dedo en el ojo a sus anfitriones y a los demás invitados, molestándoles y ofendiéndoles. Y, así, sus groserías no se limitaron a lo ya dicho. También eructó contra los cuidados paliativos a los enfermos terminales, contra el aborto y no sé si contra alguna cosa más, todas ellas, como se ve, muy emparentadas con la Semana Santa de Sevilla.
Pero, volviendo a los modistos o modistillos de marras, habría que preguntarse si realmente se sintieron ofendidos por el exabrupto del pregonero. Si tenemos en cuenta que fue todo menos imprevisto, no se comprende qué hacía la pareja en un lugar en el que con toda probabilidad iba a ser zaherida. Al parecer, su papanatismo o su mercantilismo están por encima de su dignidad.
En efecto, no es la primera vez que estos consentidores son públicamente escarnecidos por la caverna. Recientemente se ha sabido que la cofradía de San Esteban, de la que son hermanos (?) el matrimonio de modistos, les ha prohibido que continúen vistiendo uno de sus pasos, como venían haciendo desinteresadamente desde hace años. El motivo de la prohibición es su reciente matrimonio. Como ha dicho con gracia un columnista, la Iglesia prefiere que vivan en pecado sin casarse.
En fin, no acabo de entender las compañías en las que andan estos atolondrados. Y menos, sabiendo como saben perfectamente que si los burgos y compañía llevaran a cabo el programa máximo de esa ideología reaccionaria que profesan, los homosexuales (los maricones, dirían ellos) serían empalados o quemados en la plaza pública. Vista su conducta, no tengo más remedio que imaginar que, si llega ese caso, mientras sus cuerpos ardiesen en la pira, estos dos aún sonreirían bobamente a sus verdugos.

Paradojas electorales

En la Comunidad de Madrid, el PP ha crecido 5 puntos y el PSOE ha perdido 5 puntos, respecto a 2004. En Madrid, la participación ha sido de más del 80%, 2 puntos más que en 2004 y !5 puntos más que el total nacional en 2008¡ Algo parecido ocurre en Valencia y en Murcia. Y lo contrario ha ocurrido en Cataluña: mayor abstención y crecimiento del PSOE.

El PP fiaba su victoria a un incremento de la abstención.

Si su tino como gobernantes no es mejor que el que han demostrado como aspirantes a gobernantes, más vale que gobiernen otros.

Elena habla del debate

Elena me ha dicho hoy que ha comentado con sus amigas/os en el colegio varios de los temas del debate Zapatero-Rajoy. Una de las cuestiones que han debatido ha sido la del nivel de nuestra enseñanza. Ante las críticas de Rajoy, Zapatero citó como causa de nuestro atraso la juventud de nuestra democracia, en contraste con los países de nuestro entorno. Rajoy contraatacó diciendo que el nivel del sistema educativo en Polonia o la República Checa se encuentra por encima del de España, siendo así que son democracias más jóvenes que la española. Este argumento de Rajoy fue reforzado en el debate escolar por una de las niñas, cuyo padre, al parecer, es un experto en tales cuestiones.

Yo no conozco el informe PISA ni soy experto en sistemas educativos comparados, pero este pasaje del debate Zapatero-Rajoy me parece particularmente sugerente. Rajoy da a entender que las jóvenes democracias checa y polaca han logrado adelantar a la ya casi provecta democracia española en su nivel educativo, desvirtuando así el argumento de Zapatero. Todo esto es una simplificación, qué duda cabe, pero, debajo de esta polémica de apariencia meramente cronológica (quién llegó antes a la democracia, quién desarrolló más deprisa su sistema educativo), late, desde mi punto de vista, una cuestión mucho más enjundiosa. El argumento expuesto por Rajoy (y no rebatido por Zapatero), da a entender que los sistemas totalitarios que sojuzgaron, por un lado, a España y, por otro, a Polonia, Chequia y los demás países de Europa Oriental, eran iguales, desde el punto de vista de su nivel educativo. Yo me permito poner en duda este sobreentendido y sugerir que, acaso, el presunto mejor nivel educativo de, por ejemplo, Polonia, respecto al de España, tenga algo que ver con la diferente herencia recibida por ambas democracias. Acaso.

Esto nos puede llevar muy léjos, pero yo me quedaré aquí. Por mucho que una simplificadora historia universal de la infamia coloque siempre y en cualquier circunstancia a un mismo nivel a todos los fascismos y a todos los comunismos que en el mundo han sido, nunca han sido la misma cosa.

No ha sido fácil transmitirle a Elena estas ideas, ni sé si lo logré con provecho.

Otra de las cuestiones sobre las que han hablado en el colegio ha sido sobre los impuestos y la intención de Rajoy de bajarlos. Ya sabes cómo me enciende a mi este tema, de modo que, para no herir sensibilidades, me limité a darle a Elena una vaga opinión acerca de la necesidad de que las propuestas sobre rebajas de impuestos, para ser responsables, mencionen qué gastos se propone suprimir, para que la operación no sea ruinosa para el Estado.

En fin, no deja de ser alentador que chicas/os de 15 años dediquen el tiempo del recreo a tales menesteres. Nada más que por eso habrá valido la pena el debate.

Política de naufragio

Guerra ha dicho estos días en un desayuno con periodistas algo así como que la política española se ha convertido en una política de naufragio: "las mujeres y los niños primero". Guerra reivindica una cuota para hombres no jóvenes.
¿Tiene o no tiene arte?

Pobre Javier Arenas

La candidata a diputada por Madrid del Partido Popular Ana Mato ha dicho que los niños andaluces son analfabetos, debido a la política educativa de los gobiernos de Manuel Chaves.

La contumacia con la que los políticos no andaluces del PP menosprecian, a veces hasta el insulto, a los andaluces nos debe hacer reflexionar. Estoy hablando en serio. Bueno, solo en parte.

Es inevitable pensar que una parte de nuestros compatriotas de fuera de Andalucía tienen una idea de nosotros que, lo menos que se puede decir de ella es que no nos conviene.

Si a estos señoritos castellanos o aragoneses se les escapan inadvertidamente unas ideas que tanto perjudican a sus correligionarios andaluces puede deberse a uno de estos dos motivos; o a los dos a la vez. A que se trata de conceptos o imágenes fuertemente asentados en sus conciencias (de ahí que surjan con aparente espontaneidad); y/o, y esto es más preocupante para nosotros los andaluces, a que decir esas cosas produce réditos electorales en el resto de España.

En todo caso, con estas intervenciones públicas de miembros destacados del PP, el Presidente Chaves ya tiene hecha la campaña. Bien barata le sale.

Losantos condenado. ¿Se ha enterado alguien?

Hace unos días el diario El País publicó un pequeño suelto en el que daba cuenta de que Federico Jiménez Losantos había sido condenado a indemnizar con 3.000 euros al magistrado Carlos Fanlo, por haberlo calificado de "terrorista". Previamente, el magistrado le había dicho a Losantos que "si los terroristas de Terra Lliure te hubieran disparado al corazón, (...) nada te hubiesen lesionado porque careces de él".

He buscado en Internet y la noticia sólo es recogida en páginas web marginales. Ninguno de los grandes medios de comunicación se han hecho eco de este asunto. ¿Tanto poder tiene ya Losantos como para inhibir la publicación de noticias que le perjudican?

Observa que el juez Fanlo (ya fallecido), tampoco se quedó corto, pero consiguió su indemnización. ¿Tendrá algo que ver en ello el corporativismo judicial?

Losantos ha dicho (dice a diario) cosas mucho más graves que llamar terrorista a quien le hace una alusión tan poco caritativa como la que le hizo Fanlo. Por eso me extraña esta condena.

Aunque, quién sabe. Si cunde, a lo mejor se acaba la patente de corso de la que disfrutan este estrafalario veneno de las ondas y sus secuaces.