sábado, 29 de octubre de 2011

Peces Barba bombardea Barcelona

La polémica de Peces Barba con los catalanes tiene su comentario, ¿no te parece?. No acabo de entender qué es lo que tanto les ha molestado: ¿que hable frívolamente de los bombardeos de Barcelona?; ¿que se sientan considerados como portugueses?; ¿o que un español relevante manifieste en público su aparente indiferencia hacia la unión entre Cataluña y el resto de España?

Las quejas en voz alta de algunos catalanes no nos deben confundir. Algunos se han referido al tema de los bombardeos. Es una cuestión quizá de buen gusto, pero tengo la sensación de que no es esto lo que pica. Peces Barba lo que ha querido transmitir es algo que pensamos muchos no catalanes, que estamos un poco hartos de la permanente insatisfacción catalana. Es algo así como decir: si hubiéramos sabido que ibais a ser tan quisquillosos, más nos habría valido dejaros marchar y quedarnos con los portugueses. Como se ve, una broma mucho más inofensiva que las protestas catalanas de que los vagos andaluces nos gastamos su dinero en vino.

El nacionalismo, como el feminismo y como otros muchos “ismos” acaba convirtiéndose en una especie de credo cargante, grave y áspero, carente por completo de sentido del humor.

jueves, 27 de octubre de 2011

El ejemplo de Islandia

Estos días se han celebrado en Reikiavik unas jornadas organizadas por el FMI, para analizar el caso de Islandia, un país que ha seguido su propio camino para salir de la crisis. En dichas jornadas ha sido ponente el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, que hoy ha escrito esto en su columna del The New York Times.
"... usted sabe que Islandia se suponía que era la última historia de desastre económico: sus banqueros fugitivos cargaron al país con enormes deudas y pareció quedar abandonado en una situación desesperada.
Pero algo curioso sucedió en el camino hacia el Armagedón económico: la desesperación de Islandia hizo imposible un comportamiento convencional, liberando a la nación e impulsándole a romper las reglas. Donde todos los demás han rescatado a los banqueros, haciendo que el pueblo pagara el precio, Islandia dejó que los bancos quebraran y, de hecho, amplió su red de seguridad social. Donde todo el mundo estaba obsesionado con tratar de aplacar a los inversores internacionales, Islandia impuso controles temporales a la circulación de capitales, con el fin de darse a sí misma capacidad de maniobra.

iceland

Y ahora, ¿cómo le va? Islandia no ha evitado un gran daño económico o una caída significativa en los niveles de vida. Sin embargo, ha logrado limitar el aumento del desempleo y el sufrimiento de los más vulnerables. La red de seguridad social ha sobrevivido intacta, al igual que la más elemental decencia de su sociedad. "Las cosas podrían haber sido mucho peores" puede no ser la más conmovedora de las consignas, pero cuando todos esperaban el desastre total, ello equivale a un triunfo de la política.
Y hay una lección para el resto de nosotros: el sufrimiento al que tantos de nuestros ciudadanos se enfrentan no es necesario. Podemos optar por un dolor increíble y por una sociedad mucho más dura. Pero esa no es la única alternativa."
Islandia ha demostrado que es posible liberarse de la cruel y desalmada tiranía del mercado financiero. Que los valores morales y políticos de la derecha y de un liberalismo económico despiadado no son los únicos que se pueden llevar a la práctica. No veo que en España ninguna de las opciones que se presentan a las elecciones ofrezca algo que pueda parecerse al ejemplo islandés y, para ver más de lo mismo, mejor quedarse en casa.

domingo, 23 de octubre de 2011

La ETA ya ganó la guerra; esto de ahora es el armisticio

España era un estado centralizado hace 33 años, cuando aprobamos la Constitución vigente y empezó el más largo período democrático de nuestra historia. La mayor parte del poder público estaba concentrado en el Estado central, que compartía apenas unas migajas con unos Ayuntamientos y Diputaciones con escasos recursos y autonomía.
En aquellos años, el Gobierno de la UCD, a través del infausto Ministro para las Regiones, Clavero Arévalo (ahora nos da lecciones desde el Diario de Sevilla) puso en marcha la atolondrada política apodada “café para todos”: un desatinado proceso de descentralización territorial, desarrollado para dar respuesta a un supuesto problema que, en realidad, solo existía en Cataluña y en parte de las Provincias Vascongadas.
Algunos de los hitos de este proceso no son ajenos al chantaje de las bombas y las pistolas de la ETA y, entre ellos, algunos de los más hirientes para el concepto de España como país. Me estoy refiriendo, señaladamente, al régimen foral del País Vasco y Navarra y a la rencorosa política educativa antiespañola desarrollada por los gobiernos nacionalistas del País Vasco y de Cataluña durante los últimos 25 años.
No se pueden entender los injustos privilegios forales sino es como añagaza para tratar de templar gaitas con un nacionalismo vasco que amagaba de continuo con sus pistoleros y que, a pesar de todo, no votó la Constitución.
Por otro lado, los sistemas educativos de ambas regiones han instruido a varias generaciones de niños y jóvenes vascos y catalanes en unos conocimientos y valores que excluyen la unidad de España y alientan el separatismo. Y no se puede entender la pasividad de los sucesivos gobiernos de España para reconducir este fenómeno, sino es por el miedo a enfrentarse a un nacionalismo que nunca rompió del todo amarras con sus matones.
Estos dos elementos (régimen foral y educación antiespañola) han producido fenómenos difícilmente reversibles, que están desembocando en un imparable movimiento independentista en ambas regiones. Esta es la guerra que ya ganó la ETA, de modo que ya solo nos queda firmar el armisticio.
Y en ese momento yo solo espero que el Gobierno de España sepa defender ante las dos regiones prófugas los intereses de los que nos seguimos sintiendo españoles, formulando a los ciudadanos de ambas regiones una clara advertencia y una promesa.
La advertencia de que España no va a admitir la independencia de una parte de su territorio sin realizar antes la liquidación de la “sociedad territorial de gananciales” que nos ha unido durante varios cientos de años, sin descartar una posible "pensión territorial compensatoria" en favor de la parte que quede en peor situación tras el "divorcio".
Y la promesa de que España se compromete a proteger a los ciudadanos de ambas regiones que decidan seguir viviendo en su tierra y seguir siendo españoles, de toda discriminación que pudieran sufrir por su condición de españoles y castellanohablantes.
El armisticio que habrá que firmar algún día con los prófugos contendrá otras muchas estipulaciones, pero, en todo caso, deberá contar con estas dos que acabo de mencionar.

viernes, 21 de octubre de 2011

ETA

Esto de la renuncia a no sé qué de esa banda de asesinos descerebrados que pasta por el norte ha provocado un alud de albricias exultantes en mucha gente. A mi, en cambio, solo me ha provocado un incómodo estupor. Busqué las voces de los sabios y empecé por Savater. Esto es lo que dice hoy en El País. Para mí es la verdad y el necesario contrapunto a tanto entusiasmo atolondrado y, en el fondo, un punto entreguista. Gracias maestro, por estar siempre en tu sitio para que los demás te veamos.


El pirómano ofrece su manguera
FERNANDO SAVATER


Un viejísimo chiste de Ramón mostraba a un inflamado orador arengando a las masas: “¡Tenéis que elegir: nosotros o el caos!”. La gente balaba: “¡el caos, el caos!” y el vociferante remataba: “Da igual, también somos nosotros”. El comunicado de ETA se apunta a esta línea. Ellos han sido los causantes de los estragos y crímenes durante todos estos años. Ahora es gracias a ellos por lo que vamos a vernos libres de estragos y crímenes. Sin que se les mueva el pasamontañas, nos aseguran que gracias a la lucha armada hemos llegado al feliz momento en que podemos prescindir de la lucha armada. Se agradecen los heroicos servicios a los gudaris, se lamentan las bajas y los encarcelamientos, se practica el habitual autobombo: y, por supuesto, no se dice ni una palabra de las víctimas causadas, del envilecimiento del terror impuesto, las extorsiones, los que han debido huir o abandonar sus trabajos, el Estado de derecho vulnerado…Todo esto fue necesario para que ahora deje de ser necesario.

El comunicado es el segundo paso de los fastos de esta semana -¡vaya semanita!- tras las conclusiones de la paródica Conferencia de Paz y está escrito por la misma mano: la del ambidextro Gerry Adams-Otegi. Se equivocaron, como suelen, los que dijeron que lo importante de esas conclusiones era la que anunciaba el cese de la violencia y que lo demás era envoltorio intrascendente, dijese lo que dijese la derecha. No: lo importante es el resto, las cláusulas que acompañan a esa renuncia forzosa, es decir el reconocimiento de la banda terrorista como interlocutor directo de España y Francia, la mesa de partidos para que se asuman por fin las tesis del independentismo radical, la proclamación urbi et orbid e que todos somos vencedores, es decir, de que ETA no ha perdido a pesar de las apariencias. En resumen: “¿ve usted que fácil era? Me da la razón y todos tan amigos”.

La simple realidad es que ETA renuncia a lo que ya es inviable, pero ni entrega las armas ni se disuelve. Está encantada de haberse conocido, de haber matado y hasta quiere que se le agradezcan los servicios prestados reconociendo lo acertado de su visión política. La única pregunta ahora pertinente es: cuando ETA vea que el Estado de derecho no se suicida para complacerla, cuando compruebe que las cárceles no se abren por mágico conjuro y que no hay mesa de partidos, sino el ya establecido juego parlamentario en el marco constitucional…¿seguirá resignándose a perdonarnos la vida o volverá a las criminales andadas?

-- Desde Mi iPhone

miércoles, 12 de octubre de 2011

Soy un progre de mierda

Burgos redunda en sus rancias añoranzas. En su artículo de hoy del ABC le toca el turno al Día de la Raza. Sí, como lo oyes, de la Raza, así, con mayúscula. Y, entre otras cosas, dice esto: "Si habla usted del Día de la Raza, le llamarán racista y xenófobo. Con decirle que a la Avenida de la Raza de Sevilla, que existía con tal nombre desde la Exposición Iberoamericana de 1929, los progres de mierda le cambiaron el nombre y le pusieron «Avenida de las Razas». Y siempre que paso por allí me hago la misma pregunta: ¿Qué razas serán éstas?"
Y yo, por mi parte, me pregunto: ¿Qué raza será esa cuya celebración tanto añora Burgos? Lo que me trae a la memoria una viñeta de Forges, que ilustraba la celebración del "Día de la Raza" en la embajada de España en Berlín, en 1941. En la viñeta, uno de los alemanes le pregunta a un español, al que casi dobla en estatura: "¿a qué raza se refieren, a ustedes?" Ridículo y patético, tal como hoy.
El mundo, según Burgos, se compone de dos categorías de personas: los progres de mierda y los que piensan como él. Yo, afortunadamente, me cuento entre los primeros.


Día de la Raza 1941

viernes, 7 de octubre de 2011

Los indignados de Wall Street

Paul Krugman, comentando el fenómeno de los indignados de Wall Street, dice esto hoy en el New York Times:

"... it has been easy to forget just how outrageous the story of our economic woes really is. So, in case you’ve forgotten, it was a play in three acts.
In the first act, bankers took advantage of deregulation to run wild (and pay themselves princely sums), inflating huge bubbles through reckless lending. In the second act, the bubbles burst — but bankers were bailed out by taxpayers, with remarkably few strings attached, even as ordinary workers continued to suffer the consequences of the bankers’ sins. And, in the third act, bankers showed their gratitude by turning on the people who had saved them, throwing their support — and the wealth they still possessed thanks to the bailouts — behind politicians who promised to keep their taxes low and dismantle the mild regulations erected in the aftermath of the crisis.
Given this history, how can you not applaud the protesters for finally taking a stand?
"

(Traducción casera: ... ha sido fácil olvidar qué escandaloso es, realmente, el asunto de nuestros problemas económicos. De modo que, si se te ha olvidado, ha sido una obra de teatro en tres actos.
En el primer acto, los banqueros se aprovecharon de la desregulación adoptando un comportamiento descontrolado, cobrando sumas espléndidas, e inflando una burbuja enorme a través de préstamos imprudentes. En el segundo acto, la burbuja explotó, pero los banqueros fueron rescatados por los contribuyentes, sometiéndolos a muy pocas condiciones, mientras los trabajadores siguieron sufriendo las consecuencias de los pecados de los banqueros. Y, en el tercer acto, los banqueros mostraron su gratitud volviéndoles la espalda a las personas que los habían salvado, prestando su apoyo - y la riqueza que poseen gracias a los rescates - a los políticos que se comprometieron a mantener los impuestos bajos y a desmantelar las leves regulaciones establecidas inmediatamente después de la crisis.
Teniendo esto en cuenta, ¿cómo no aplaudir a los manifestantes por tomar finalmente partido?)