martes, 30 de noviembre de 2010

Secretos y verdades

Arcadi Espada advierte hoy, ante el escándalo "Wikileaks", de la necesidad de no confundir secreto con verdad. Todos los medios de comunicación del mundo se están haciendo eco de las fabulosas revelaciones, sin preguntarse si todos esos chismorreos, grandes o pequeños, además de ser secretos para el público, hasta ahora, son verídicos. El periodismo parece haber abdicado en este caso, como en tantos otros, discriminando la verdad en favor de la revelación sensacional (esto último lo digo yo, no Espada).

domingo, 28 de noviembre de 2010

Elecciones en Cataluña. Análisis de urgencia

El reparto de votos ha quedado así:

- Derecha (CiU + PP): 50,77%.

- Izquierda (PSC + ICV + ERC): 32,72%.

- Sin clasificar (Ciutadans + partido de Laporta): 6,68%.

- Otros (sin escaños): 9,83%.

Este es el resultado de la exitosa política territorial de Zapatero. La izquierda no levantará cabeza en Cataluña en varios lustros. La combinación de los votos de CiU, ERC y el Partido de Laporta, todos ellos independentistas, suma el 48,71% de los votos emitidos. Para conocer qué porcentaje de electores ha votado nacionalista podríamos añadir al porcentaje anterior un 50% de los votantes del PSC y tendríamos el 57,89%.

A ver quién es el guapo que gestiona este desastre.

Comerse a los irlandeses

Este es el título del artículo de Paul Krugman de este domingo, en el que juega con la boutade de Jonathan Swift en su artículo escrito en 1729 “Una humilde propuesta”, en el que propugnó vender para alimento a los niños pobres irlandeses, para acabar con la hambruna que asolaba el país y reducir la carga que representaban para sus padres.

El artículo de Krugman termina diciendo: “qué tiene que pasar para que la gente seria se dé cuenta de que castigar al pueblo por los pecados de los banqueros es peor que un crimen; es un error.”

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Leve adiós

Nokia N97 488

Me he ido con sigilo y ligero de equipaje. Apenas una caja; es pequeña, pero en ella caben los afanes de más de 25 años. Milagros del mundo digital. No hay sitio en la caja para el rencor y me alegro al comprobarlo.
Como casi siempre en mi vida, al dar un paso la atmósfera se llena de sentimientos. Hoy nos hemos despedido Nieves y yo. Salgo a la calle con ella, que me acompaña en este postrer momento e, inopinadamente, los años que llevamos juntos irrumpen ante nosotros provocándonos un enorme nudo en la garganta. Diez años con todos sus días, que, vistos desde ahora, se me antojan un prodigio de empatía y confianza. Y, por supuesto, de colaboración eficaz y fecunda. No menos milagrosa resulta la constante armonía habida entre dos personas con cierto carácter, por decirlo sin cargar las tintas. Ninguna palabra ha sido más alta que otra, ningún desplante ni gesto hosco o desabrido en tanto tiempo. Sí me acuso de mis faltas de atención. La que tú sabes y las que yo ni sabré por mi atolondramiento. Espero que me las perdones. Ninguna de tu parte.
Las lluvias de ayer y la neblina de hoy humedecían la calle, como húmedos estaban nuestros ojos al despedirnos. Recordaré siempre esas lágrimas que impúdicamente han manado bajo los soportales, y el abrazo que nos hemos dado fundiendo en un instante diez años de camaradería.
Muchas gracias por todo, amiga. Ojala que podamos volver donde solíamos, reemprendiendo un camino que ha sido tan fácil en tu compañía.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Nunca volveré a La Alameda

Leo la entrevista a Víctor Pérez Escolano en el Diario de Sevilla, de hoy. Sus respuestas sobre asuntos tan polémicos como las setas de la Encarnación o la torre Pelli se mueven entre la moderación y la neutralidad técnica, a punto de caer en la evasiva.
Más comprometido se muestra al hablar de los aparcamientos en el casco antiguo. Sostiene la tesis de que los aparcamientos en el centro agravan el problema del tráfico y, por eso, se opone a que se construyan aparcamientos, por ejemplo, en La Alameda o en La Encarnación.
Siempre me ha parecido pintoresco este argumento. Recuerdo la época en la que gobernaban en coalición el PP y el PA en el Ayuntamiento de Sevilla. El PA propuso una reordenación de El Prado, en la que se suprimía prácticamente el tráfico rodado en su interior. Con la excepción de un paso inferior que permitiría atravesar la Glorieta de El Cid, desde la Avenida de María Luisa, hasta Menéndez y Pelayo. La Alcaldesa, Soledad Becerril, se negó a que se construyera el paso inferior y, finalmente, la reordenación de El Prado se limitó a la construcción del parque, que, al menos, ha logrado salvar del ladrillo este valiosísimo espacio público, con excepción de la desafortunada biblioteca de la Universidad.
Debido a mis responsabilidades profesionales de entonces tuve un trato frecuente con el Gerente de Urbanismo, Eduardo Martínez Zúñiga, otro catedrático de Arquitectura, como Pérez Escolano. En uno de los encuentros que tuve con él le pregunté por las razones de la negativa de Becerril al paso inferior y me contestó, con ironía y un cierto desdén, que la Alcaldesa parecía sostener la teoría de que el tráfico se comporta, respecto a un paso inferior, como estimulado por una especie de efecto sumidero. Como si los coches, atraídos por una oculta fuerza magnética, fueran absorbidos por el “sumidero” del paso subterráneo. Me hizo gracia el sarcasmo de Martínez Zúñiga y lo guardé en un sector del cerebro, donde intento archivar las ideas o conceptos que quisiera utilizar en algún otro momento.
La idea de los aparcamientos en el casco antiguo que sostiene Pérez Escolano en la entrevista parece tributaria de la teoría del efecto sumidero. Y yo creo que es, también, un resabio elitista de ilustrado habitante del casco antiguo. Que provoca que alguien como yo, habitante del extrarradio, no pueda volver a disfrutar jamás de uno de los espacios urbanos más pujantes y atractivos de la ciudad, como es La Alameda, habida cuenta de que el aparcamiento público más cercano se encuentra a más de 1 kilómetro de distancia.

La Alameda

Al final de la entrevista, Pérez Escolano guarda toda la circunspección y moderantismo de que ha hecho gala y, sin provocación previa del entrevistador y sin venir del todo a cuento, suelta esto: “Por ejemplo, no me parece sostenible la inflación brutal de cofradías que salen a lo largo del año en Sevilla con bandas de música y cortejos que invaden el espacio público.” Si cundieran esas ideas… Si cundieran, probablemente, no sería Sevilla, amigo mío.
P.D.: Y mientras, la torre Pelli continúa su irreparable erección.

España infantil y grotesca

Oído esta mañana en la radio:

A un profesor de universidad le pregunta la locutora acerca del impacto que está teniendo el conflicto del Sahara en su universidad. El profesor le replica que la pregunta implica que la locutora tiene un concepto idealizado de la universidad. Continúa diciendo que, en su época de estudiante, él solía comprar el periódico y hoy, cuando va al kiosco a comprar la prensa, los estudiantes compran "chuches".

Chuches y periódicos

El profesor termina con esta boutade: "La universidad española hoy no es otra cosa que una prolongación grotesca del bachillerato y es un reflejo más del proceso de infantlización que padece la sociedad española."

lunes, 15 de noviembre de 2010

La razón de Puigcercós

Joan Puigcercós es el líder de un partido político catalán, cuya política chauvinista, separatista e insolidaria ensucia con frecuencia los tres nobles términos que componen su nombre: izquierda, república y Cataluña.

Pero hay que reconocer que no le falta razón en lo que ha dicho este fin de semana: “en Andalucía no paga impuestos ni dios”. Ni en Cataluña, ni en Madrid, ni en Valencia, ni en ningún otro lugar de España, añado yo. Aquí sólo pagan impuestos los asalariados y porque no pueden eludirlos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Savater al quite

Ya echaba yo de menos una diatriba sabrosamente anticlerical de Fernando Savater. La visita de Ratzinger ha puesto de manifiesto, una vez más, la necesidad de hacer frente, allí donde haga falta, a la sempiterna "osadía clerical". El día en que ésta desaparezca, el anticlericalismo se esfumará, como por ensalmo. Hasta entonces, tendremos que seguir defendiéndonos de la abusiva intromisión de las sotanas en la vida civil.

¿Hasta cuándo? 
FERNANDO SAVATER 

EL PAÍS  -  Opinión - 09-11-2010
"Han preferido el deshonor a la guerra y ahora tendrán el deshonor y la guerra", dijo Churchill en una ocasión famosa; podríamos parafrasear sus palabras para aplicarlas a las circunstancias de la visita de Benedicto XVI a España: nuestras autoridades renunciaron al laicismo democrático para no pasar por anticlericales y ahora se ven sin dignidad laica y encima tachadas de anticlericales por el beneficiario de su abandono de los principios.
¿Acaso aún no han aprendido que la Iglesia es insaciable y se toma todas las concesiones sin agradecimiento por lo que se le da y con aire ofendido por lo que aún se le niega? En eso se parece mucho a los nacionalismos... a los que tanto debe y que tanto le deben.
El Papa denuncia el terrible laicismo de España no solo a pesar de que recibe en su viaje la pleitesía exagerada de todas las autoridades civiles, no solo pese al financiamiento y privilegios fiscales de la Iglesia, no solo a pesar de que se mantiene el concordato de origen franquista que impone la presencia clerical en la educación y hasta en el ejército, sino por los terribles agravios y la "persecución" que sufre por parte de un Parlamento que legisla sobre el aborto o sobre el matrimonio homosexual sin obedecer al clero y que hasta pretende sustentar una asignatura de educación cívica que no cuenta con el níhil óbstat episcopal.
Para el Papa, estamos como en el año 36 y de ahí a quemar iglesias solo hay un paso. Por lo visto, ni siquiera 40 años de franquismo bajo palio nos autorizan a emanciparnos un poquito de una institución que tan eficazmente ha trabajado por perpetuar el atraso intelectual y la falta de libertades políticas en nuestro país desde comienzos de la modernidad.
Se ha puesto de moda proclamar al inquisitorial Ratzinger nada menos que como una cima de sabiduría insuperable. Para diversos opinadores mediáticos que probablemente no han leído tratado metafísico más profundo que ¿Quién se ha llevado mi queso?, es el primer intelectual europeo, mundial, universal, no inferior en méritos a sabios de la altura de Rappel o Belén Esteban.
Destaca precisamente en teología, una de las ciencias más útiles y con mayor futuro, la única que inventa su objeto mientras dogmatiza sobre él. Por eso puede establecer con especial autoridad la relación entre verdad y libertad. Porque la verdad no es una función que se alcanza a través de la razón que observa, experimenta y deduce, sino la revelación que llega por la boca del que habla desde la infalibilidad. ¡Abajo el relativismo, escuchemos al Absoluto! Y la libertad,claro, es la de obedecer no a humanos vulgares y a las leyes por ellos consensuadas, sino a quienes representan e interpretan el poder de lo sobrehumano...
A algunos de nuestros políticos -no olviden sus nombres a la hora de votar- les encanta que por fin las cosas se pongan así de claras, contra la falta de valores y confusión en que chapoteamos. Además, parece que cuenta con beneficios electorales, de modo que bendito sea Dios.
Por si fuera poco, el Papa merece los máximos honores porque se trata nada menos que de un jefe de Estado. ¡Y menudo Estado, a fe mía! El único de la Europa actual que abiertamente no respeta quisquillosos derechos humanos como la libertad religiosa, la igualdad de sexo para optar a cargos públicos y otras menudencias democráticas semejantes. Es un Estado tan original y único en su género, prueba de la especial protección divina que lo ampara, que se parece mucho más a las teocracias de otros lugares del mundo que a los impíos regímenes laicos que le rodean. El Vaticano es una especie de Arabia Saudí pero decorada por Miguel Ángel y Rafael, lo cual es una gran mejoría estética, aunque en cambio representa poco avance político.
Evidentemente, el gran problema religioso y la mayor amenaza para las libertades públicas en España lo representan las mujeres que llevan velo islámico, no el ver a nuestros representantes electos mostrar todo tipo de deferencia y reconocimiento moral al gobernante de ese Estado modélico... que por lo visto ejemplifica las raíces de la Europa democrática mejor que tanto laicismo y tanta ciencia sin trascendencia como vemos por ahí.
Pese a los menguados coros y danzas que han acompañado la visita papal a Santiago y Barcelona, indudablemente fervorosos (en televisión una señora confesaba: "Se me puso tal nudo en la garganta que no podía ni sacar fotografías"), lo cierto es que las prácticas católicas no dejan de disminuir en nuestro país. ¡Pero si ya incluso hay más matrimonios civiles que eclesiásticos...!
De modo que parece llegado el momento de, sin ofender a los católicos, no agraviar tampoco a quienes no lo somos y a quienes siéndolo comparten con nosotros el deseo de un Estado realmente laico, en el que la religión o la falta de ella sean un derecho de cada cual pero no una obligación de nadie... y mucho menos de las instituciones que son de todos y para todos.
Por eso, es necesaria y urgente una ley de libertad religiosa a la altura de nuestra realidad social y del siglo en que vivimos. Para que los creyentes puedan ejercer a título personal su religión al modo que prefieran, siempre que no conculquen las leyes civiles... y, sobre todo, para que los no creyentes o los que creemos otras cosas no tengamos forzosamente que sentirnos avasallados por la fe de nadie.

viernes, 5 de noviembre de 2010

No es un chiste

Leído en Internet:

"Se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y en silicona para las mujeres que en la cura del Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro, pero ninguno de ellos recordará para qué sirven".

Milagros del laissez faire, laissez passer.

Milagros de otoño

Llevo un rato leyendo el blog de Antonio Muñoz Molina. Acaban de llegar a Nueva York (supongo que habrá ido con Elvira), para pasar otra de sus largas temporadas. Es una delicia leer sus impresiones neoyorquinas. Central Park, la triste noche de Obama, Strauss Park, el otoño... Casi resulta tan agradable leer a sus agradecidos comentaristas, plácidos y pacíficos lectores, tan alejados del tono general de otros blogs y otros lugares de Internet.

Hoy es mi cumpleaños y me he hecho este pequeño regalo, que disfruto a esta temprana hora portuguesa en un cómodo hotel de la recomendable ciudad de Évora. Hago tiempo hasta que empiecen las sesiones del Encuentro hispano-luso, esperando otro milagro del otoño, que ojalá llegue pronto.