domingo, 31 de enero de 2010

"Invictus"

Desde luego, no es el mejor Clint Eastwood. Es probable que describir la personalidad de Mandela y su estrategia política de superación del apartheid sin que el justificado rencor negro provocara una matanza de blancos es una tarea demasiado ambiciosa para dos horas de cine. No obstante, podría haber conseguido algo más si no hubiera perdido tanto el tiempo con escenas de partidos de rugby. Morgan Freeman, huelga decirlo, está soberbio, por encima de que, por supuesto, le favorece el parecido físico con Mandela. El personaje de Matt Damon queda, en cambio, un tanto desdibujado, no está logrado. Su papel de líder del equipo de rugby, al servicio de la estrategia política de Mandela no es elocuente. A pesar de eso, la película, por supuesto, merece la pena. Emociona y conmueve, como todas las de su autor.

miércoles, 13 de enero de 2010

Pobres controladores

El Ministro de Fomento explicó ayer en el Congreso sus planes para hacer más competitiva la navegación aérea en España. Se refirió, entre las causas que merman la competitividad, a los estratosféricos sueldos de los controladores aéreos, algunos de los cuales llegaron a ganar 700 mil e incluso 900 mil euros al año. Ninguna fuerza política, salvo el PSOE, apoyó los planes del Ministro. ¡Miserables!
Hoy, en la página web de su "sindicato", los controladores denuncian una campaña de desprestigio contra ellos y advierten de que se encuentra en peligro su integridad física. Pobres controladores. Debe resultar francamente imposible de soportar la ignominia de ganar doce millones y medio de pesetas al mes. ¡Qué desprestigio, qué deshonra! Por cierto, qué curioso resulta que los controladores consideren que se les desprestigia por dar a conocer sus sueldos.
Sigue así, José Blanco y anima a tus colegas de gabinete. Ahora a por notarios, registradores y boticarios.

martes, 5 de enero de 2010

Los Reyes Magos contra Santa Claus

(Pincha en la imagen para ampliarla)

Los Reyes Magos intentan frenar el ascenso de Santa Claus en un balcón de la calle Arfe de Sevilla. Imagen publicada en el Diario de Sevilla uno de estos días.
Le propongo al autor de la "performance": ¡ahora, otra contra halloween!

lunes, 4 de enero de 2010

Los hadza

Durante más del 99% del tiempo en que el género "Homo" ha habitado la Tierra, desde hace dos millones de años, hemos sido cazadores-recolectores. En un momento dado se domesticaron animales y plantas, un descubrimiento que dio lugar a una reorganización absoluta del planeta: la producción de alimentos y el incremento de las densidades de población avanzaron a la par, lo cual permitió que las sociedades de base agrícola desplazasen o aniquilasen a los grupos de cazadores-recolectores. Se formaron pueblos, luego ciudades, por último, naciones. Y en un periodo relativamente breve el estilo de vida basado en la caza-recolección se vio prácticamente extinguido. Hoy apenas queda un puñado de pueblos dispersos por el Amazonas y otros lugares del mundo que mantienen una existencia basada fundamentalmente en la caza-recolección. El repentino auge de la agricultura, sin embargo, se cobró su precio. Trajo consigo epidemias de enfermedades infecciosas, estratificación social, hambrunas intermitentes y guerras a gran escala.

Joven hadza

En el número de enero de National Geographic aparece un reportaje sobre los hadza, un pueblo ancestral que vive anclado en una etapa de la evolución de la humanidad anterior a la aparición de la agricultura. El contenido de esta entrada es un pequeño extracto del reportaje.
Los hadza continúan viviendo como hace 10.000 años, en comunidades dispersas en el noreste de la actual Tanzania y siguen siendo cazadores recolectores. No tienen cosechas, ni ganado, ni refugios permanentes. Este pueblo despierta un gran interés antropológico, ya que ofrece la posibilidad de vislumbrar cómo se vivía antes del nacimiento de la agricultura.
Los hadza forman una veintena de grupos que recorren un territorio de unos 2.500 kilómetros cuadrados, intercambiando integrantes constantemente. Pero no practican la guerra. La mayoría de los conflictos se resuelve con la sencilla medida de separar a los contrincantes en campamentos diferentes. Si un cazador trae una pieza, todos los miembros del campamento la comparten. Por eso los campamentos no suelen tener más de 30 personas: es el número máximo de gente que puede compartir uno o dos animales de buen tamaño y sentirse relativamente saciada. Los grupos de población nunca han llegado a ser tan densos como para verse amenazados por un brote infeccioso. Jamás han sufrido una hambruna, que se sepa y siguen hoy una dieta más estable y variada que la mayoría de los seres humanos.
Disfrutan de mucho tiempo de ocio. Los antropólogos han calculado que "trabajan" (buscan alimento activamente) de 4 a 6 horas diarias. Durante milenios, apenas han dejado huella en el paisaje.

Mujer hadza

Los campamentos hadza son colectivos abiertos de familiares consanguineos y políticos, y amigos. Cada campamento tiene unos cuantos miembros centrales, pero la mayoría va y viene a voluntad. Los hadza no reconocen dirigentes oficiales. Por tradición los campamentos reciben el nombre de un hombre de edad, pero tal honor no lleva aparejada ninguna potestad especial. La autonomía individual es su sello. Ningún adulto tiene autoridad sobre ningún otro. Nadie posee más riqueza que otro; de hecho, nadie posee riquezas. Hay pocas obligaciones sociales: no hay cumpleaños, ni fiestas religiosas, ni aniversarios.

Transporte de la cabeza de un kudú recién cazado por un joven hadza

No existen ceremonias de casamiento. Una pareja que duerme junto al mismo fuego durante un tiempo tal vez acabe presentándose ante los demás como matrimonio. La mayoría de los hadza, tanto hombres, como mujeres, practican la monogamia en serie, cambiando de cónyuge cada pocos años.
Cada sexo tiene su rol, pero las mujeres no sufren ninguna de las subordinaciones forzadas inherentes a tantas otras culturas. Las mujeres recogen bayas y los frutos del baobad y desentierran los tubérculos comestibles. Los hombres cazan y recogen miel.
No son pocas las hadza que se casan con hombres de otros grupos y regresan al poco tiempo, cuando se niegan a aceptar cualquier tipo de abuso. Entre los hadza es frecuente que sea la mujer quien proponga la separación: ay del hombre que resulte ser mal cazador o no trate como es debido a su mujer.
Los hadza no dejan mucho espacio en sus vidas para misticismos, espíritus o meditaciones sobre lo ignoto. No tienen una creencia concreta sobre un mas allá, ni tienen sacerdotes, chamanes ni curanderos.
En el artículo de National Geographic se cita a Jared Diamond, profesor de la Universidad de California en Los Angeles, quien califica la adopción de la agricultura como "el peor error de la historia de la humanidad", un error del que nunca nos hemos recuperado. No sé si será una explicación acertada. Lo cierto es que, al conocer las características de este pueblo dizque primitivo me acuerdo de la pregunta que se hacía Vargas Llosa en Conversación en la catedral: "¿En qué momento se jodió el Perú?" Así, yo me pregunto: ¿En qué momento se jodió el mundo?

domingo, 3 de enero de 2010

La década "Gran Cero" del capitalismo

Hoy he leído dos interesantes artículos en los diarios del domingo.
En la "Tercera" del ABC se publicó un artículo de Antonio Garrigues Walker, cuyo primer párrafo se expresa así:
"Debe quedar claro que el gran culpable de la crisis económica mundial que hemos vivido y seguiremos viviendo es el mundo financiero americano seguido de cerca por el británico. Son ellos (la City y Wall Street) los que manipularon, distorsionaron y abusaron de un sistema que había sido especialmente eficaz durante los últimos quince años. Sus instituciones bancarias y financieras y también sus organismos y agencias de regulación supervisión, calificación y auditoría se olvidaron irresponsablemente de las reglas y principios más básicos de su función en la sociedad. Permitieron, por acción y omisión, una monumental borrachera económica en la que la razonabilidad y los sentimientos morales se anegaron."
Garrigues es un genuino exponente del capitalismo civilizado español, valgan la paradoja, el oxímoron o lo que quiera que sea esa extraña expresión que he puesto en cursiva y que contiene términos tan incompatibles. No íbamos a esperar que nuestro capitalista culpara al propio capitalismo de su actual implosión, pero al menos se agradece el claro diagnóstico: la codicia y la irresponsabilidad son las causas de la crisis. En cambio, no comparto sus edulcoradas soluciones. Las ya sabidas (más regulación, más transparencia, etc.), más un rearme ético del capitalismo. No deja de sorprenderme. ¿Qué ética cabe aplicar a un sistema que se basa en la codicia, como suprema virtud?
El otro artículo es del premio nobel de Economía de 2008, Paul Krugman y aparece en el suplemento salmón de El País. Sostiene Krugman que la década que acabamos de dejar atrás debemos denominarla el "Gran Cero", desde un punto de vista económico. Es como si no hubiera transcurrido, ya que las principales variables económicas se encuentran, al final de la década, en el mismo nivel que al principio, o en un nivel inferior. La creación de empleo se encuentra en niveles de hace 10 años y los ingresos familiares medios, el valor de las viviendas y de la bolsa, descontado el efecto de la inflación, están en niveles inferiores a los del principio de la década. Para este premio nobel, al que leo con fruición cada domingo, hemos dejado atrás una década en la que "no conseguimos nada ni aprendimos nada".

La "Toma de Granada"


En Granada se celebra todos los años el 2 de enero y por todo lo alto la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos y la derrota del último poder musulmán en la Península.
Algunas personas llevan años pidiendo la abolición de esta celebración, por anacrónica y excluyente y por ensalzar las guerras de religión. Mi opinión es que el hecho merece ser conmemorado, por su importancia histórica, pero debería hacerse más discretamente y desprovisto de las connotaciones que tiene en la práctica. La presencia del arzobispo en el evento pone de manifiesto que se trata de un acto de afirmación católica y de vindicación anti-islámica.
En ese caldo de cultivo, no es raro que prosperen las opiniones más peregrinas y más rancias, como la de la fotografía. Otros eslóganes que pudieron verse y oírse ayer en Granada fueron: "Día de la Toma, una nueva reconquista para defender nuestra identidad"; o, "España cristiana no musulmana".
Cuando oigo estas cosas tiendo a ponerme en guardia. ¿Me querrán reconquistar a mí estos besugos, pese a mi escasa fe musulmana (o a secas)?
En fin, Granada tampoco se libra de esa costra carpetovetónica. Andalucía es la reserva espiritual de la españolidad católica. Puro pleonasmo.