jueves, 13 de junio de 2013

La TV pública griega desmantelada.

Si he entendido bien las informaciones, el Gobierno griego no se propone eliminar de plano y para siempre la televisión pública. Cuando empezó la crisis griega pudimos enterarnos de que las estaciones del metro de Atenas tenían aire acondicionado, el salario medio de sus trabajadores era de 60 mil euros/año y los controles de acceso a los viajeros brillaban por su ausencia. Si la televisión pública griega está (des)-organizada con similares criterios, y parece que sí, lo que ha hecho el Gobierno es lo único posible. Es decir, si se quiere acabar con un tinglado resistente, antes de que el tinglado acabe con uno, no hay otra manera de hacerlo y yo no puedo sino alabar la valentía política del gobierno griego.


Es más, creo que la inmensa mayoría de los ciudadanos, no sólo agradecen, sino que admiran esos gestos. Como admiré en su momento la decisión de Reagan de despedir al 85% de los controladores aéreos norteamericanos que se negaron a deponer su actitud huelguista salvaje y aprobar una ley que impedía su recolocación como controladores. Por cierto, se trata de una convicción o un sentimiento o las dos cosas, perfectamente compatible con mi convencional anti-reaganismo, del que con el tiempo y las lecturas de Paul Krugman estoy cada vez más convencido.
Un coraje como ese nunca lo vimos por estos pagos. Antes al contrario. Arias Salgado o Cascos, ya no lo recuerdo (quizá los dos), hicieron literalmente multimillonarios a los controladores aéreos y Blanco apenas les dio un pequeño ‘pellizco de monja’.
En fin, una vez desmantelado el monstruo insaciable es el momento de poner en marcha un adecuado canal de televisión pública. Eso es lo que, al parecer, se propone hacer el gobierno griego.
¿Cuántos momios como este hay en España, pendientes de un gobierno resuelto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario