jueves, 29 de abril de 2021

COSAS QUE APRENDER DE COREA DEL SUR


Los herederos del propietario de Samsung pagarán al Estado de Corea del Sur, ese conocido país comunista, en concepto de Impuesto de Sucesiones, un importe de 9 mil millones de euros, sobre una herencia de 14.900 millones. Es decir, un tipo impositivo bastante superior al 50%.

Las sociedades deben decidir qué actos o hechos económicos deben ser gravados, para financiar los servicios que prestan los poderes públicos a todos los ciudadanos. Y esto debe hacerse de acuerdo con ciertos criterios que son la concreción de determinados principios que rigen la ordenación de las sociedades. Dichos principios pueden ser de orden económico, como por ejemplo, que el sistema fiscal no distorsione un funcionamiento eficiente de la economía.  O pueden ser de orden moral, como por ejemplo, que paguen progresivamente más los que más tienen o ganan o aquellos que obtienen sus ganancias sin esfuerzo alguno en su producción, como caídas del cielo.

Corea del Sur es un país democrático y abierta y claramente capitalista y uno de los que más ha progresado tecnológica y económicamente del mundo en las últimas décadas. No conozco su sistema fiscal, pero no parece que la economía de Corea del Sur se haya visto gravemente afectada por la existencia de un potente impuesto sobre las herencias. Del gravamen al que está sujeta esta herencia parece deducirse que la sociedad surcoreana se encuentra libre de los prejuicios y falacias que propagan medios políticos y periodísticos en España, acerca del gravamen sobre las herencias y las donaciones y que se extiende también al Impuesto sobre el Patrimonio. Que si es confiscatorio, que si supone una doble imposición... Monsergas para combatir una fuente fiscal que afecta a una parte ínfima de la población que, además, es la que posee una mayor capacidad contributiva.

Parece que tenemos cosas que aprender de Corea del Sur. Y no solo sobre fabricación de coches y teléfonos móviles.

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