sábado, 10 de junio de 2006

Gobierno vs. PP ante el fin de ETA

Hay algunas cosas que me irritan del inevitable proceso de diálogo para el fin del terrorismo de ETA que acaba de abrir el Gobierno.Una de ellas es el prestigio que adquiere la otra parte (ellos, los asesinos, los terroristas) al sentarse a hablar a la misma mesa con nosotros (el Gobierno, nuestros representantes). Es un efecto también inevitable del diálogo. Si considero que hablar con un asesino es un buen método para que deje de matar, debo asumir el coste de hablar con él, por muy repugnante que me resulte. Es un coste necesario y lo asumo, aunque me irrite.Eso no quiere decir que debamos admitir otros fenómenos que prestigian gratuitamente a los asesinos, como que vengan a opinar del asunto como lo han hecho el Papa, el Secretario General de la ONU, algunos clérigos vascos; las andanzas de exterroristas o exfiloterroristas irlandeses que vienen aquí a darnos lecciones; o la irrupción de presuntos mediadores, a quienes nadie ha llamado.Hay otras cosas que no me gustan del planteamiento del Gobierno. La principal es esa actitud tan evidente de “echar toda la carne en el asador” que ha adoptado el Presidente Zapatero. Casi de “jugarse todo a una carta”. Ha puesto al frente del Ministerio del Interior al activo más valioso de que disponía, dejando desprotegido el importante flanco parlamentario; ha puesto en liza todo su crédito político, el de su partido y el de su Gobierno y se ha lanzado en tromba a lograr un acuerdo, ¡con una banda de asesinos irregulares!Por lo demás, resulta ingenuo tachar de electoralista la actitud del Gobierno. El Gobierno hace lo que hace porque le parece lo mejor para España y, además, porque espera sacar réditos políticos de ello. Como el PP hace lo que hace porque le parece lo mejor para España y, además, porque espera sacar réditos políticos de ello. Si a alguien eso le parece escandaloso o inmoral que se caiga del guindo.Pero hay diferencias entre los planteamientos del Gobierno socialista y del Partido Popular en este asunto, que merecen una valoración moral.La primera y más evidente. Ambos han hecho lo mismo cuando estaban en el Gobierno, es decir, tratar de hablar con ETA. Hablar, dialogar, como método para el fin de terrorismo. El PSOE, en su momento en la oposición, respetó las actuaciones del Gobierno del PP, actitud bien diferente a la que ahora adopta el PP en la oposición: un poco hipócrita, ¿no te parece?Pero para mi hay una diferencia más importante. El Gobierno ha fiado su éxito político al logro de un acuerdo. La estrategia del PP, en cambio, confía en sacar provecho político del fracaso de la arriesgada apuesta del Gobierno. Evidentemente, no es lo mismo. Y, como no es lo mismo, desde un punto de vista exclusivamente ético, yo me encuentro más cómodo apoyando la postura de nuestro Gobierno.Tú haz lo que quieras, incluido asistir a esa manifestación de esta tarde, en la que el PP utiliza a las víctimas del terrorismo como ariete contra el Gobierno, es decir, para que el Gobierno fracase en su empeño, aunque ese empeño nos beneficie a todos, incluidas las víctimas.

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