jueves, 22 de junio de 2006

Reyezuelos proxenetas

Siempre me pareció particularmente indignante que el régimen de Franco diera asilo en nuestro país a toda clase de monarquías arrumbadas, algunas de ellas francamente pintorescas, por no decir imaginarias o simplemente, inexistentes. Esos reyezuelos de tres al cuarto o sus antecesores más o menos lejanos fueron derrocados en sus paises por incompetencia, corrupción o simple estulticia y se paseaban por el mundo acompañados de su numerosa parentela, en busca de la caridad de un pariente que aun conservara el trono. Nuestro pequeño (de talla) dictadorzuelo de voz aflautada les daba asilo, probablemente con la finalidad, entre otras, de meterle un dedo en el ojo al padre del actual rey y con la secreta pretensión de que si algún día le llegaba su "sanmartín" (Dios no lo quiso y los españoles tampoco), alguien se apiadara de él, en agradecimiento a los servicios prestados. Probablemente, el tirano les facilitó dádivas y privilegios propios de las dictaduras para que pudieran "ir tirando". Ya sabes, licencias de importación, exenciones, sinecuras... Llegada la monarquía, más de una vez me produjo inquietud (decir nauseas es quizá un abuso de lenguaje) ver cómo los reyes de España y sus cachorros alternaban con frecuencia con esa clase de individuos, les daban cobijo y quién sabe qué más. No estoy seguro de que tales compadrajes hayan desaparecido. Por eso, mi pasada inquietud se acrecienta ahora que sé que esos reyezuelos arrumbados ¡son unos proxenetas!

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