sábado, 16 de diciembre de 2006

Air Madrid y la codicia del capitalismo

Siempre he pensado que son la codicia y la avaricia y no otra cosa los motores de la economía, que es tanto como decir del desarrollo de la humanidad. Probablemente hay otros modos más edulcorados de referirse a ello, como el libre mercado, el “laissez faire, laissez passer” y otras expresiones con las que pretende justificarse la supuesta eficiencia de un sistema económico. Digo supuesta porque sostener que mercados como el inmobiliario o el de la electricidad son eficientes por ser libres (¿¡) no deja de ser una martingala de trincones y aprovechados, un sarcasmo para consumo de necios.
Pero no todos los días nos ofrecen la ocasión de comprobar tan certeramente la verdad de este aserto como hoy con el asunto de Air Madrid. Una compañía nacida al calor de la moda de los vuelos baratos, cuyos dueños, cuando han dejado de ganar dinero, la han cerrado, dejando en la estacada, al parecer, a 300.000 personas que tenían sus pasajes comprados, casi la mitad de ellos, para vuelos de vuelta. Por cierto, la mayoría de los afectados son inmigrantes iberoamericanos.
¡Cuántas cosas nos sugiere este episodio!:
- ¿Qué juicio moral nos merece un sistema económico que produce estas secreciones tan inmundas?
- ¿Y unos sujetos que por mero afán de lucro provocan tales perjuicios a 300.000 personas? ¡Ay!, ese sistema jurídico, tan preocupado por la defensa de la propiedad privada, ese Código Penal tan pendiente del pequeño chorizo. Y qué son los dueños de Air Madrid, sino una inmensa sarta de chorizos de cantimpalo.
- Al final, el Estado, es decir, tú y yo con nuestros impuestos, ha de venir a resolver el desaguisado, como siempre.
- Y mientras, ¿qué opinión le merece a la CEOE (Confederación Española de Empresarios) esta conducta empresarial de uno de sus asociados ?
- ¿Y la Conferencia Episcopal? Tan rauda en la denuncia de las infracciones de su moral particular. ¿No tendrá nada qué decir?
El mejor ejemplo de la indecente impunidad en la que se sienten estos desalmados lo ofrece la discusión sobre la cifra de afectados. Ellos dicen que han dejado pendientes de regresar de sus destinos a 130.000 personas, mientras que el Ministerio reduce esa cifra a 50.000. El culpable carga las tintas de su culpa y quien debe perseguirla la empequeñece. Parece el mundo al revés.
Y es que los pecados de codicia y avaricia se expían en la otra vida. En esta vida sólo padecen los de siempre: en este caso, los 130.000 ó 50.000 (tanto da) inmigrantes que se han quedado sin vuelo de vuelta.
Loemos todos al sagrado capitalismo.

1 comentario:

  1. Deseo el mismo tratamiento del Ministerio de Fomento hacia todos los pasajeros que IBERIA deja en tierra más de cuatro veces que el que se ha tenido hacía estos señores afectados por Air Madrid. Aunque me pregunto porqué hemos de sufragar todos los españoles estos vuelos. Me temo que por el populismo del Gobierno hacia los inmigrantes ilegales en España.

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