sábado, 24 de marzo de 2012

Ateísmo provocador


La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido la manifestación atea. Es una provocación y una ofensa intolerable proclamar que dios no existe en Jueves Santo, de modo que la Delegada del Gobierno ha hecho lo debido. ¿Para qué está el poder público, sino para proteger a la religión 'oficial' del Estado frente a quienes osan cuestionarla? La prohibición se acuerda con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, la Jefatura Superior de Policía y, pásmate, la Abogacía del Estado. Loable designio de tan preclaro cuerpo. La decisión pretende, además, evitar disturbios. Pero no precisa quién o quiénes podrían provocarlos, aunque yo me lo imagino.

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