sábado, 21 de mayo de 2022

FUNDAMENTOS CONTEMPORÁNEOS DE LA MONARQUÍA

 Félix Ovejero ha publicado en su muro de Facebook un excelente texto sobre los fundamentos contemporáneos de la Monarquía, como forma de Estado.

Lo puedes leer aquí:https://www.facebook.com/784688325/posts/10159915147518326/?d=n

Yo, por mi parte, he publicado en el muro de Ovejero este comentario sobre el artículo y las opiniones de algunos comentaristas:

"Excelente texto, Sr. Ovejero. Digno de su calidad como señero intelectual de la nación, en el mejor sentido de la palabra intelectual.

Comparto la paradoja que expresa otro de los comentaristas de su artículo, relativa a la aparente irracionalidad del carácter hereditario de la forma de Estado. Pero eso está relacionado con el propio carácter irracional del poder político, hereditario o no, en una sociedad: ¿por qué gobiernan unos y los demás obedecemos?; ¿por qué la tenencia del poder rodea a su poseedor de un aura, de un carisma que está más allá de las potestades que le confiere la Ley?
En ese sentido, en mi opinión, la Monarquía, en España ofrece una serie de ventajas, relacionadas con nuestra propia idiosincrasia.
En primer lugar y creo que más importante, constituye al Rey en prácticamente la única instancia institucional del Estado de carácter genuinamente neutral. En una nación que tan frecuentemente cae en el partidismo, cuando no en el sectarismo en cualquier ámbito imaginable de la vida pública, nada cuesta imaginar que una Presidencia de la Republica, aunque con poderes limitados, estaría aquejada de los mismos vicios. En su elección y en su propio desenvolvimiento.
En segundo lugar, el carácter hereditario de la jefatura del Estado facilita lo que podríamos llamar la profesionalización del oficio de Jefe del Estado, que es educado, desde su nacimiento, para sus futuras obligaciones. Es evidente que este factor ha dado un resultado excelente en el caso del actual Rey.
Y, finalmente, la Monarquía instituye un claro vínculo del régimen político democrático vigente con la tradición histórica de la nación. En esta época de revisionismo, en la que algunos pretenden que España reniegue, por ejemplo, de su extraordinaria aventura americana, esos mismos renegarán de ese vínculo histórico al que me he referido. Yo, en cambio, pienso que ese revisionismo pasará y que la propia existencia de la Monarquía constitucional, como sucesora de la Monarquía histórica española, coadyuva a fortalecer los vínculos entre los ciudadanos, que se pueden sentir así partícipes de un pasado común, que es una de las razones de nuestra propia existencia como nación.
Esto lo entienden perfectamente los separatismos de toda especie y de ahí su inquina contra la Monarquía. Ahora mismo insultando al Rey Emérito, por una conducta, desde luego nada edificante, pero que aquéllos utilizan, no porque les importe un ápice el prestigio o la fortaleza de la Monarquía o del actual Rey, sino todo lo contrario. Su objetivo es la destrucción de la Monarquía, como paso previo a la destrucción del régimen democrático constitucional."

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