miércoles, 21 de marzo de 2007

Desagravio para Ángel Acebes

Varios medios de comunicación con amplia audiencia en España (El Mundo, la COPE, La Razón...) vienen propalando a los cuatro vientos desde hace años unas teorías sobre el atentado del 11M que se vienen calificando despectivamente como “teorías conspirativas”.
Tales teorías toman como base ciertos errores y deficiencias de la labor de la Policía el día del atentado y los inmediatamente siguientes y algunas insuficiencias e incluso contradicciones del sumario instruido por el Juez del Olmo, aplicándole a todo ello altas dosis de insidia y mendacidad, cayendo estrepitosamente en la pura calumnia.
Los errores policiales resultan perfectamente explicables con sólo reparar en la excepcionalidad de las circunstancias en las que se produjeron. Un ejemplo como muestra: estos insidiosos pretenden otorgar una importancia fundamental al hecho de que una de las bolsas de deporte (no sé porqué todo el mundo las llama mochilas) que no explotó y luego fue desactivada no estaba inventariada en la Comisaría que la custodiaba. Para estos mendaces, eso es una prueba concluyente de que la bolsa-bomba fue puesta a propósito por la Policía. El testimonio prestado en juicio por la agente que encontró la bolsa entre los enseres que se estaban inventariando pone de manifiesto que la explicación es tan simple como esta: la bolsa no se inventarió porque cuando se descubre el explosivo en su interior se abandona inmediatamente la labor de inventario y se desaloja la Comisaría, para analizar y, posteriormente, desactivar la bomba.
Las insuficiencias o deficiencias del sumario no son sino la clara consecuencia de su enorme extensión (100.000 folios), la extrema complejidad de los hechos analizados y los numerosos testimonios y datos vertidos. Entre los infundios que publican estos falsarios está la cantinela de que en el sumario no se ha investigado suficientemente la composición del explosivo utilizado por los terroristas. Discuten la versión del sumario, en el que se acredita que el explosivo utilizado es la Goma2 ECO, lo que desmentiría la autoría de ETA y otras fantasías. Insisten en que en la composición del explosivo se encuentra una sustancia (el dinitrotolueno DNT) que rebatiría la versión del sumario y corroboraría sus imaginaciones. Han logrado que en la vista oral se practiquen nuevas pruebas periciales sobre el particular. Pues bien, a la espera del informe pericial definitivo, los nuevos análisis han detectado el dichoso DNT en algunas de las muestras, en una proporción ¡del 0,0112% como máximo! Por cierto, existen diversas razones lógicas que explicarían la insignificante presencia de dicho componente en las muestras, ninguna de las cuales refutaría la naturaleza del explosivo acreditada por el Juez del Olmo. Este último informe pericial, con 8 peritos a la firma, deberían pagarlo de su bolsillo Losantos, Jotapedro y sus secuaces, a ver si dejan ya de enredar.
En definitiva, estos conspiradores sostienen, sin inmutarse, lo siguiente:
a) Una serie de elementos de los bajos fondos policiales vinculados al Partido Socialista instrumentalizaron a un grupo de confidentes y otros individuos de baja estofa para que cometieran el más grave atentado terrorista de la historia europea, con el fin de producir un vuelco electoral el 14M. Alternativa o simultáneamente, estos cuentistas culpan a ETA de los hechos, sola o en compañía de alguno de los anteriores.
b) La Policía ha sembrado el sumario de pruebas falsas. Ha situado en lugares estratégicos sendos vehículos, llenos de elementos colocados con el fin de hacer creer a todo el mundo que el atentado era obra de un grupo islamista radical. Estos mentirosos contumaces sostienen que la Policía ha presentado al Juez bolsas de deporte con explosivos preparadas por ella misma, con el fin de confundir a la Justicia, conduciendo la investigación hacia la pista islamista.
c) La traca final de estos cuentistas entraña una extraordinaria gravedad, a mi juicio. Para estos enredadores, el suicidio colectivo del piso de Leganés es falso. Pero no es falso porque los islamistas no hubieran muerto, sino porque la causa de su muerte ¡no fue el suicidio!
Si bien se piensa, es curioso que estas teorías hayan alcanzado tal grado de popularidad entre un significativo sector de la población. ¿Nadie se ha parado a pensar que para montar toda la trama que estos fantasiosos andan propagando hay que contar con la complicidad de todo el Ministerio del Interior (de aquellos días, claro), de la fiscalía y de buena parte de la judicatura? ¿Nadie se da cuenta de que esas patrañas constituyen acusaciones de delitos gravísimos, cuyo responsable sería Ángel Acebes, a la sazón Ministro del Interior en aquellos momentos? ¿Alguien en su sano juicio puede creer que el grado de podredumbre de los servicios policiales, al mando entonces de Ángel Acebes, pudo llegar al extremo de asesinar a 7 personas, haciéndolo pasar por un suicidio, con el fin de encubrir la autoría del salvaje atentado que costó la vida a 192 personas y heridas graves a varios centenares?
No entiendo cómo el Sr. Acebes no se ha querellado contra quienes le calumnian tan desaforadamente (nunca mejor dicho, en vista de la impunidad de estos embusteros). Las acusaciones de mentiroso de que fue objeto el ínclito Ministro del Interior del 11M palidecen ante las insidias de estos conspiradores. Porque, una cosa es que lo llamen a uno mentiroso (a fin de cuentas fueron unas mentirijillas para ver si colaban y no se perdían las elecciones) y otra cosa es que lo acusen de asesino múltiple y de encubridor de multiasesinos. No entiendo cómo la Conferencia Episcopal tolera semejante infamia expelida por sus ondas contra su dilecto fiel, Ángel Acebes.
Queridos hermanos en la Legión de Cristo. Se impone un desagravio. No podemos tolerar por más tiempo la afrenta que viene padeciendo nuestro hermano. Sumémonos todos a una querella criminal por calumnias contra estos desalmados que han mancillado el honor del recto y veraz D. Ángel Jesús Acebes Paniagua.

3 comentarios:

  1. Hay que tener una mente perversa para imaginar, tan siquiera, que D. Ángel Jesús Acebes Paniagua pudiera ser un encubridor de multiasesinos, y mucho menos, un Ministro del Interior ineficiente. El autor del comentario anterior está, como este pais, en un supremo estado febril. ¿Quien sin fiebre puede imaginar que Losantos, Jotapedro y sus secuaces (sin olvidar a los Herrera) han podido perjudicar la imagen de tan insigne procer? Baste recordar aquellas imágenes televisivas de los días 11M-12M-13M, en las que D. Ángel Jesús Acebes Paniagua tnasmitía solo sinceridad y dolor.

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  2. Buda, lamento que se me olvidara Herrera, cuando es el peor de todos. Los demás no se molestan en excusar su sectarismo, pero este, encima, nos quiere hacer tragar la milonga de la equidistancia.

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  3. El sumario son 100.000 folios aproximadamente.

    Un gran trabajo del equipo de Don Ángel Acebes Paniagua.

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