La sociedad española ha contraido una inmensa deuda de gratitud con el Juez instructor del 11M, Juan del Olmo y con la Fiscal Olga Sánchez. Por su ciclópeo trabajo de investigación del atentado y, no menos, por la brutal, cruel, inmisericorde y feroz campaña de descrédito y destrucción humana y profesional a que les han sometido determinados medios de comunicación (singularmente El Mundo y la Cope) en alianza casi siempre con el Partido Popular.
Se han lanzado contra ellos acusaciones gravísimas, se les ha insultado, se les ha calumniado. Hasta se ha hecho burla de la enfermedad ocular del Juez. Por cierto, señores obispos, esto último, reiteradamente desde su emisora, en la que ustedes acogen diariamente a ese infame calumniador profesional que atiende al nombre de Losantos. ¡Qué caritativo resulta oir por las mañanas a ese siniestro gnomo con frenillo hacer escarnio del doloroso glaucoma que padece una persona como el juez del Olmo!
Y todo porque el curso del proceso no ha coincidido ni un ápice con las paranoicas e interesadas teorías sostenidas por esa banda de manipuladores.
En el juicio del 11M, el Presidente del Tribunal ha permitido que varios abogados acusadores expongan las más peregrinas e insidiosas teorías acerca del atentado. Este Magistrado, no sólo ha permitido que el Director General de la Policía del PP acusara, sin prueba alguna, al actual Gobierno de haber manipulado pruebas del caso, sino que, además, lo ha tratado con guante de seda, cuando tenía que haber deducido testimonio contra él por el grave delito de calumnias vertidas en juicio cometido y haberlo encerrado en el calabozo.
En cambio, cuando la Fiscal Olga Sánchez, al terminar sus conclusiones, quiso disponer de su minuto de desahogo para denunciar el tremendo acoso a que había estado sometida, Gómez Bemúdez seca, abrupta e indignamente, le retiró la palabra. ¿Querrá este Magistrado seguir alagando hasta el final los oídos de toda esa obscena jauría que ladra su paranoia conspirativa por tierra, mar y aire?
Malos presagios para la sentencia.
Se han lanzado contra ellos acusaciones gravísimas, se les ha insultado, se les ha calumniado. Hasta se ha hecho burla de la enfermedad ocular del Juez. Por cierto, señores obispos, esto último, reiteradamente desde su emisora, en la que ustedes acogen diariamente a ese infame calumniador profesional que atiende al nombre de Losantos. ¡Qué caritativo resulta oir por las mañanas a ese siniestro gnomo con frenillo hacer escarnio del doloroso glaucoma que padece una persona como el juez del Olmo!
Y todo porque el curso del proceso no ha coincidido ni un ápice con las paranoicas e interesadas teorías sostenidas por esa banda de manipuladores.
En el juicio del 11M, el Presidente del Tribunal ha permitido que varios abogados acusadores expongan las más peregrinas e insidiosas teorías acerca del atentado. Este Magistrado, no sólo ha permitido que el Director General de la Policía del PP acusara, sin prueba alguna, al actual Gobierno de haber manipulado pruebas del caso, sino que, además, lo ha tratado con guante de seda, cuando tenía que haber deducido testimonio contra él por el grave delito de calumnias vertidas en juicio cometido y haberlo encerrado en el calabozo.
En cambio, cuando la Fiscal Olga Sánchez, al terminar sus conclusiones, quiso disponer de su minuto de desahogo para denunciar el tremendo acoso a que había estado sometida, Gómez Bemúdez seca, abrupta e indignamente, le retiró la palabra. ¿Querrá este Magistrado seguir alagando hasta el final los oídos de toda esa obscena jauría que ladra su paranoia conspirativa por tierra, mar y aire?
Malos presagios para la sentencia.
No parece justa su opinión sobre el juez Gómez, no quisiera haber estado en su pellejo y creo que lo condenas directamente por dos detalles: no haber deducido testimonio contra Diaz de Mera, de lo cual supongo que el sr. juez habrá sopesado si ello procedía dada la posición del susodicho sr. diaz en el proceso y por su intento de no politizar más aún un proceso penal que ya ha estado bastante politizado en los medios de comunicación; y, por otro lado, por su poca delicadeza respecto a la pobre fiscal, algo que le reprochas a él con vehemencia cuando todos tenemos suficientes detalles de nuestra propia poca delicadeza en el trabajo con los que nos rodean.
ResponderEliminarYo creo que el juez Gómez habrá actuado con su máximo celo profesional y le alabo por su buen hacer en un asunto tan complicado, cuestión de opiniones como todos.
Por último, comparto que el mindundi de la Cope es un impresentable, pero tiene mucho que criticar sin opinar sobre su pinta, como el alcalde de parla, supongo.
Ajá, Anónimo/a. Me estabas esperando, ¿eh? Claro que tiene mucho que criticar el gnomo siniestro de la Cope y yo lo hago. Y no se me ocurrirá tratar así a cualquier persona, pero sí a él, que se burla constantemente del prójimo, de sus defectos y hasta de sus apellidos.
ResponderEliminarEn cuanto a Gómez Bermúdez, francamente, no me fío de él. Creo que en el proceso ha estado mirando de reojo constantemente a Losantos, Pedrojota y a sus marionetas del PP. Quizá apuesta por un cambio de Gobierno.
Estaría encantado de rectificar cuando lea la sentencia.
La función jurisdiccional no es un acto de fe. Quizás lo que no te guste es que sea un poder del Estado independiente del ejecutivo, a diferencia de la Fiscalía, ¿no?
ResponderEliminarLo que no me gusta es que un poder del Estado imparta justicia coaccionado por una banda de vociferantes que lleva 3 años desprestigiando y deslegitimando interesadamente a todos los poderes del Estado.
ResponderEliminarEl gordito/a, que se anda por las ramas sin pringarse, dice a ANONIMO que el hijodeputa de la COPE es un gnomo, chillón, malo, malo... Y a MURIAGO dice que el juez Bermúdez es bastante bueno ... para lo que se esperaba. No hay que prejuzgar la sentencia si no se quiere caer en igual comportamiento que los señores del PP.
ResponderEliminarPor cierto creo que el juez no ha cortado hoy al sr. Segura, de la AVT. A ver, a ver.....
ResponderEliminarEl 31 de octubre se dicta sentencia, veremos que su pronunciamiento
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