sábado, 3 de noviembre de 2007

Losantos: un veneno sin antídoto

Lee sucesivamente las frases subrayadas en rojo en este artículo. He pegado el artículo completo para que compruebes que la labor de extracción del texto destacado no puede ser acusada de sacar de contexto lo extraido. Lo hago, simplemente, para simplificar y dejar desnudo el mensaje que contiene.
La línea argumental, despojada de eufemismos y circunloquios, cuando el autor se molesta en emboscarse tras ellos, es la siguiente:
La sentencia del 11M no arroja ninguna luz sobre cuál fue la dirección de la estructura criminal que produjo el atentado. La única explicación posible, a la luz de la sentencia, es que la casualidad hizo que unos cuantos confidentes de la Policía, la Guardia Civil y el CNI se compincharan para provocar esa masacre con finalidad política. Como la historia demuestra que la casualidad no existe en el crimen (?), la clave hay que buscarla en otro lado. El Gobierno de Zapatero no ha hecho nada en tres años para aclarar el 11M. ¿Porqué? Para resolver este enigma debemos responder a la pregunta básica: qui prodest?
Está todo muy claro. ¿Quién urdió el atentado?. Zapatero. Im-presionante.
Yo no sé si el texto constituye base suficiente para una querrella por calumnias y quizá otros delitos. Si nuestro sistema jurídico no contiene ningún remedio penal contra una conducta como esta algo debe estar fallando.
Con todo, hay algo más preocupante en todo esto. Lo que se dice en este artículo lo creen a pies juntillas el principal partido de la oposición y un porcentaje significativo de la población.
En otros países, apenas un 2% de la gente se cree que Elvis aún sigue vivo, que a Marilyn la mató la CIA o a Kennedy los judíos.
Las ideas que contiene el artículo son tan estrafalarias como las que acabo de mencionar, pero se diferencian claramente de ellas en que son mucho más insidiosas. Y las comparte un 30% de la población. Mientras sigan pensando así el diálogo con ellos no será posible. Nadie dialoga con quien formula una acusación tan tremenda.

N.B. Estoy dispuesto a dedicar tiempo y dinero a la querella. Si alguien se anima que me escriba. Pediremos responsabilidad civil subsidiaria para la Conferencia Episcopal.

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