domingo, 18 de mayo de 2008

La naturaleza imita al arte

La prensa de Internet informa de que ha muerto el magistrado del Tribunal Constitucional Roberto García Calvo. La muerte de este magistrado, elegido en el cupo del Partido Popular (es lamentable que tengamos que hablar así, pero así estamos), modifica la correlación de fuerzas en el alto Tribunal, lo que tendrá una indudable influencia en el próximo enjuiciamiento de asuntos como la Ley del matrimonio homosexual o el Estatuto de Cataluña.
El Partido Popular está haciendo valer una mayoría en el Tribunal, obtenida en sus 8 años de gobierno y se ha venido negando a pactar con el PSOE la renovación de un órgano, muchos de cuyos miembros tienen su mandato vencido, ya que eso le haría perder la mayoría de la que disfrutaba hasta ahora.
La situación a la que se ha llegado en el Tribunal Constitucional y en el Consejo General del Poder Judicial, de reparto de cuotas de poder entre los partidos resulta ya insostenible. Pero, la solución no puede consistir en dejar en manos de los jueces dos órganos tan importantes en la arquitectura del Estado de Derecho, ya que se trata de un colectivo mayoritariamente conservador, con ribetes reaccionarios en un segmento no poco relevante de sus integrantes.
No obstante, mientras damos con la solución, no es admisible que estos órganos continúen dirigidos por una mayoría político-social que, en el mejor de los casos, desapareció hace cuatro años.
La muerte de este magistrado coloca las cosas donde deben estar.

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