lunes, 15 de septiembre de 2008

Rajoy incita al odio al inmigrante desempleado

"Hay que reformar ya la política de inmigración. Ya empezamos a ver cosas que no son buenas en algunos lugares de España. Hay 180 mil extranjeros cobrando seguro de desempleo".
(Mariano Rajoy. 15 de septiembre de 2008).

El "moderado" líder de la derecha considera inaceptable que 180 mil extranjeros cobren el paro. Lo lógico para Rajoy debe ser que cuando los inmigrantes se queden en paro se vuelvan a su país. Los llamamos cuando los necesitamos y los expulsamos cuando nos estorban.
El "moderado" Rajoy excita las bajas pasiones de la gente, incitando al odio al inmigrante, en este caso, al inmigrante desempleado.
Es difícil transmitir tanta inhumanidad y tanta xenofobia con tan pocas palabras. ¡Bravo, Rajoy!
Pero, ¿sabes qué es lo más preocupante del asunto? Que Rajoy no diría lo que dice si no alagara con ello los oídos de sus electores. Uno esperaría que esas palabras produjeran desprecio y repulsa en las masas católicas que le votan, pero no es así. Ese cristianismo hipócrita que profesa una jerarquía episcopal politizada y la masa social que le sigue no sabe lo que es la compasión con el débil. Sólo se ocupa de defender sus privilegios y de combatir una asignatura que pretende, entre otras cosas, propagar unos valores opuestos a los que reflejan las palabras de Rajoy.

1 comentario:

  1. Siempre envidio tu correctísima escritura, pero esta vez se te ha escapado una falta de ortografía de cierta importancia.
    Por lo que se refiere al comentario sobre las declaraciones de Rajoy, que es lo importante, estoy de acuerdo contigo, aunque a él también se le escapó, y ha corregido inmediatamente.

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