sábado, 5 de diciembre de 2009

El columpio de un millón de euros

El Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo) corre el riesgo de caer en bancarrota y desaparecer, merced a un sistema jurídico que protege la propiedad privada del suelo urbano por encima de cualquier otro valor o principio. Los hechos son éstos:
En 1998, el plan urbanístico del municipio cambió la calificación de un solar edificable, de propiedad privada, de 2.675 metros cuadrados, convirtiéndolo en zona verde. En 2004, el Ayuntamiento decidió comprar el terreno a su propietario, pero no pudo ponerse de acuerdo en el precio, así que expropió el solar. En 2008, el Ayuntamiento construyó un parque infantil, con un coste de 380.000 euros. En 2009, el propietario ha conseguido que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla la Mancha valore el solar expropiado en 54 millones de euros. Has leido bien; 54 millones de euros. El Presupuesto del Ayuntamiento de Talavera es de 61 millones de euros, así que el Alcalde ha decidido bromear: "Se vende ciudad para pagar solar".
Pero el asunto no es para bromas. El sistema de tenencia y disfrute del suelo urbano en España es absolutamente delirante y produce aberraciones como la que acabo de describir. Cuando la varita mágica del Ayuntamiento convierte un patatal en suelo urbanizable obra el prodigio de incrementar su valor, en ocasiones, varios miles de veces. Y el propietario privado se apropia de casi toda esa plusvalía, que nada ha hecho para merecer, mientras la sociedad asiste anestesiada y, a veces, hasta admirada, a este absurdo fenómeno.
Cualquiera pensaría que cuando el proceso es el inverso, como ahora en Talavera, nada habría de reclamar el propietario. Puesto que nada hizo para ser acreedor al enriquecimiento que obtuvo con la calificación del solar como urbanizable, nada se le debe si después el interés público demanda su calificación como zona verde.
Pues ya ves que no. Nuestras leyes y nuestros jueces consideran que el valor supremo de nuestro sistema jurídico es la defensa del propietario de suelo urbanizable. Por encima del interés público, por encima de la decencia y por encima de la propia lógica.
Pero, al margen de ello, no dejo de pensar en los jueces que han dictado esa sentencia. ¿Podrán dormir tranquilos después de haberlo hecho? ¿Habrán creído en algún momento que semejante desatino vaya a cumplirse algún día? Si lo creen, es que son idiotas y da miedo pensar el daño que estarán haciendo donde están. Y si no lo creen, ¿para que la han dictado, qué beneficio han obtenido haciéndolo?
Vuelvo a repetir algo que ya he dicho varias veces en este blog. Este asunto es de alcance constitucional. Debe modificarse la Constitución para que el suelo urbano goce de la misma protección constitucional de la que goza el agua y deje de ser apropiable por particulares. Cuando un terreno rústico se califique como urbanizable pasará a propiedad pública, indemnizándose a su propietario al valor de rústico. Los ayuntamientos colocarán los solares en el mercado mediante concesiones a 50, 75 ó 100 años, mediante procedimientos transparentes y no especulativos.
Las ventajas del sistema son infinitas, pero las más importantes son el abaratamiento del precio de la vivienda y la disminución de la corrupción municipal. Y no tendríamos que contemplar aberraciones como la de Talavera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario