jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Porqué me abstendré el domingo?

Siempre he sido un ciudadano preocupado y comprometido con los asuntos públicos. He acudido a votar siempre que he sido convocado y me he tomado con seriedad la decisión de votar, ponderando las opciones y eligiendo la que me ha parecido más apropiada en cada momento, no siempre la misma. Pero esta vez no voy a ir a votar.
Los acontecimientos que estamos viviendo, especialmente desde 2008, han demostrado que los gobiernos carecen de libertad para ejercer una acción política efectiva, independiente y autónoma. Los ciudadanos comprobamos cada día cómo son poderes económicos privados los que toman las más importantes decisiones en el mundo. Ponen y quitan gobiernos, hunden en el desempleo, la pobreza y la miseria a países y territorios, destrozan el medioambiente y provocan guerras, si es necesario, y hacen todo ello movidos únicamente por la codicia egoísta de acumular cada vez más riqueza en manos de unos pocos. Países como España se han convertido en meros productos financieros, con cuyo infortunio ganan dinero unos cuantos desaprensivos desde altos despachos con moqueta. En estas condiciones, votar es un acto vano y sin sentido, y las elecciones una mascarada sin fuerza alguna para dirigir la política en una dirección determinada.


Los partidos que se presentan a las elecciones con posibilidades de gobernar sólo se diferencian en que uno de ellos parece encantado con el papel de marioneta, mientras que el otro parece asumirlo más a regañadientes. Pero ninguno de los dos parece dispuesto a luchar para obtener la necesaria autonomía del poder político respecto de los poderes económicos privados.
Todas estas circunstancias me han sumido en una suerte de exilio interior y han provocado que deje de interesarme participar en el proceso político de mi país.
Esta situación no es inevitable y probablemente, en el futuro, grupos y líderes políticos y sociales más valientes e independientes que los actuales impulsarán movimientos que persigan debilitar el dominio del dinero sobre los ciudadanos y devolver a los gobiernos la capacidad de promover el bienestar de la mayoría y una justicia social efectiva. Si el futuro me persuade de que la acción política tiene algún sentido, volveré a evaluar las opciones políticas en liza. Mientras tanto, me abstendré de participar, aunque no permaneceré en silencio.

1 comentario:

  1. ufff, tremendo el video. me encanta el desparpajo del personaje y me quedo con estas 2 perlitas: "solo si votas a un partido mayoritario el sistema financiero seguirá funcionando como hasta ahora-¿significa esto que ha funcionado bien?- por muchos años.." y esta otra: "vota al PP...blablabla...y si no vota al PSOE, en el fondo DA IGUAL", jeje, que bueno!!si a esto le sumas que pide el voto solo por ellos, ya está despejada la incognita de la ecuación: X=si no tienes $ estás jodido machote!!

    Creo que aquí encaja aquello de "anarquía y cerveza fria",¿no?

    Por otro lado entiendo tu forzada apatia política, pero la abstención te deja moralmente fuera del debate politico en este momento crítico y eso no va contigo, creo.

    abrazos.

    ResponderEliminar