miércoles, 16 de enero de 2013

Deportar a los secesionistas




Nadie está libre del secesionismo. En la página web de peticiones de la Casa Blanca se pueden encontrar, al menos, ocho iniciativas diferentes que persiguen independizar ocho diferentes estados de la Unión. The New York Times da cuenta hoy del asunto. Todas las iniciativas cuentan con más de 25 mil firmantes, siendo la más nutrida la que pide la independencia de Texas, con más de 125 mil.
La oficina correspondiente de la Casa Blanca ha dado una respuesta colectiva a todas ellas, señalando que “los padres fundadores” establecieron en la Constitución una unión perpetua, en la que no cabe el derecho de marcharse.
Curiosamente, la Casa Blanca incluye entre las iniciativas a las que da respuesta conjunta, colocándola en primer lugar, una que persigue “La deportación de cualquiera que firme una petición de separar su Estado de los EE.UU".
En mi opinión, como dice el Decálogo de mi entrada anterior, si alguien está incómodo en el lugar donde se encuentra y lo quiere abandonar, lo que debe hacer es marcharse haciendo el menor ruido posible y sin molestar a los que quieren permanecer donde están; y cerrar la puerta suavemente al salir. Quienes no se conduzcan con tan elemental norma de educación, no sé si merecen ser deportados, pero, al menos, deberían ser apercibidos y, si reinciden, castigados. Porque romper tales reglas de urbanidad en el ámbito territorial de un Estado, no sólo acarrea incomodidad, sino dolor y sufrimiento, tanto a los que se quieren marchar, como a los que se quieren quedar.

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