jueves, 28 de septiembre de 2023

MALA EDUCACIÓN Y OBLIGACIONES INSTITUCIONALES

 

Esto es lo que ha pasado. La ministra de Igualdad, Irene Montero, de Podemos, y la Presidente del Parlamento de Aragón, Marta Fernández, de Vox, se encuentran en un acto oficial en el Palacio de la Aljafería, sede de la asamblea aragonesa.

Cuando la Ministra llega a la altura de la Presidente, le dice: “Me alegro de que nos encontremos en un evento europeo para defender el derecho al aborto”. La Presidente le contesta: “Bienvenida” y algo más, pero es ininteligible. Ninguna de las dos hace ademán alguno de darse la mano o cualquier otro gesto de saludo.

A continuación, llega a la altura de la Presidente la Secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, le extiende la mano a la Presidente, para saludarla y ésta le niega el saludo y le dice: “Bienvenida a esta casa”.

¿Qué valoración merecen estos hechos?

En primer lugar, la Ministra llega metiéndole un dedo en el ojo a su anfitriona, ufanándose de que se trata de un acto en defensa del derecho al aborto, derecho que Vox no reconoce. No confundir el hecho de que el aborto esté despenalizado con el reconocimiento por ley del aborto como un derecho.

A mi juicio, que la Presidente no le extendiera la mano a la Ministra, probablemente estuvo mal, pero tiene justificación. Cuando uno llega a un lugar en el que le están esperando, lo normal es que sea el que llega el que extienda la mano. Por tanto, si recibes a una persona que cuando llega, no sólo no te da la mano, sino que te mete el dedo en el ojo, no tiene mucho sentido que tú extiendas la mano. Bastante hizo La Presidente con darle la bienvenida.

Otra cosa es el encuentro con la Secretaria de Estado. Fue una grosería no darle la mano cuando ella la extendió,  dejándola con la mano en el aire, sin que disculpen dicha conducta inapropiada las palabras de bienvenida que le brindó.

Dicho todo lo anterior, a pocos de los que están poniendo verde a la Presidente del Parlamento de Aragón se les ha oído abrir la boca ante una conducta absolutamente mucho más grave, como es la negativa a acudir a despachar con el Rey de los partidos montaraces, Junts, ERC y Bildu. No sólo es un gesto de mala educación mucho más serio que no saludar a una autoridad en un acto, sino que es una anomalía política gravísima. Tan grave, que muchos querríamos que el Rey no tuviera en cuenta, para proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno, la opinión de los partidos que se nieguen a despachar con él. Se trata de una anomalía institucional que supone el traspaso de una línea roja que la democracia española no debería consentir.

viernes, 22 de septiembre de 2023

ALFONSO GUERRA Y YOLANDA DÍAZ

 


Alfonso Guerra se ha tomado a coña los afanes de la Vicepresidente comunista del gobierno de España, Yolanda Díaz, refiriéndose a la frecuencia de sus visitas a la peluquería.
La afectada y otras personas, no necesariamente de la misma órbita ideológica, han acusado inmediatamente a Alfonso Guerra de machista.

A mí esta reacción me ha dejado perplejo. ¿Por qué es machista resaltar, en tono burlesco, los intensos cuidados que le dedica la Vicepresidente a su imagen física? No me cabe otra respuesta que entender que, para quienes han criticado a Alfonso Guerra, mofarse de una mujer por cualquier motivo es machista.

Supongamos que un político de sexo masculino, heterosexual, y de una edad similar a la de Yolanda Díaz se tiñera el pelo y cambiara de peinado frecuentemente. Si alguien se mofara de él, algo que más que probablemente ocurriría, ¿estaría protegido por un mecanismo análogo al que supone acusar de machista a quien se mofa de lo mismo, pero referido a una mujer? Por supuesto que no. Ese hombre heterosexual deberá soportar estoicamente las burlas.
Otra cosa es si ese hombre fuera homosexual. Con seguridad, el sarcasmo sobre los cuidados personales de un hombre homosexual sería inmediatamente acusado de homófobo por los juzgados de guardia de la moral contemporánea. Pero esta es otra cuestión, en la que no entraré ahora.

En este caso, esa desigualdad de trato de la moral ‘oficial’ actual entre hombres y mujeres es particularmente incongruente. Porque, qué debemos pensar del hecho de que las mujeres dediquen mucho más tiempo, dinero y esfuerzos a su aspecto personal que los hombres. Acaso se trata de un fenómeno que redunda en una mayor igualdad entre hombres y mujeres, o más bien lo contrario.
Es evidente que una mujer como Yolanda Díaz, que cuando aumenta su proyección pública, cambia radicalmente de aspecto, mejorando drásticamente su vestuario, su maquillaje, su pelo…, no está ofreciendo con ello un mensaje feminista, sino más bien todo lo contrario. El mensaje que transmite ese cambio de imagen es el de una servidumbre a valores claramente conservadores y machistas, como los que obligan a que las mujeres cuiden su aspecto más que los hombres y se presenten ante los demás perfectamente acicaladas, resaltando su atractivo físico.
Algunas (y algunos) dirán que las mujeres tienen derecho a vestirse, maquillarse y peinarse como les dé la gana y yo no tengo nada que oponer a esta consideración. No tengo nada que oponer, pero sí tengo algo que comentar y es que esta respuesta, si la formula una persona que se considere feminista, es de un feminismo caradura e incoherente, por supuesto.
Dando un paso más, si admitimos que el exceso en el cuidado del aspecto físico de las mujeres no es una muestra de feminismo, sino todo lo contrario, llamar machista a quien se burla de una mujer que pasa mucho tiempo en la peluquería, es, no solo incoherente, sino que es de un feminismo bastante caradura.

Le he planteado estas cuestiones a ChatGPT. Te transcribo las preguntas que le he hecho y sus respuestas y verás cómo consigo finalmente doblegar el evidente sesgo de esta herramienta de inteligencia artificial. Sesgo que ya conocía por consultas anteriores. En este caso, se resiste en las dos primeras preguntas, agarrándose a los habituales tics de lo que he llamado feminismo caradura, pero, al final, sucumbe a la verdad. Compruébalo.

“Pregunta: Acusar a una mujer de ir mucho a la peluquería, ¿es una muestra de machismo?
ChatGPT: Acusar a una mujer de ir mucho a la peluquería no necesariamente es machismo por sí solo, ya que depende del contexto y la intención detrás de la acusación. Si se hace de manera despectiva o para juzgarla por sus elecciones personales, podría considerarse machista. Sin embargo, si se trata de una conversación casual o un comentario sin malicia, no necesariamente lo es. Es importante considerar el tono y el propósito de la acusación antes de etiquetarla como machista.

Pregunta: Que una mujer se compre mucha ropa, se maquille mucho y se tiña el pelo de rubia, ¿se puede considerar una conducta feminista?
ChatGPT: La cantidad de ropa que una mujer se compre, su elección de maquillaje o color de cabello no define si su conducta es feminista o no. El feminismo se trata de la igualdad de género y los derechos de las mujeres, no de sus preferencias personales en la moda o la apariencia.
El feminismo se enfoca en luchar contra la discriminación de género, la desigualdad de oportunidades y la promoción de los derechos de las mujeres. Lo que una mujer elija hacer con su apariencia personal es una decisión individual y no necesariamente está relacionada con su compromiso con el feminismo. El feminismo se basa más en acciones y creencias relacionadas con la igualdad de género que en la apariencia personal.

Pregunta: Que las mujeres cuiden su apariencia mucho más que los hombres, ¿qué significado tiene en el proceso de igualdad entre hombres y mujeres?
ChatGPT: La diferencia en la cantidad de atención que las mujeres y los hombres prestan a su apariencia personal es en gran medida una construcción social y cultural. Esto se ha desarrollado a lo largo de la historia debido a las expectativas de género y las presiones sociales.
En el contexto de la igualdad de género, esta disparidad en el cuidado de la apariencia puede ser problemática, ya que refleja las normas de género tradicionales que pueden limitar la autonomía de las mujeres. Estas expectativas a menudo llevan a que las mujeres enfrenten más presión para cumplir con ciertos estándares de belleza, lo que puede tener implicaciones negativas para su autoestima y bienestar psicológico.
La igualdad de género busca eliminar las expectativas de género rígidas y permitir que las personas, independientemente de su género, puedan tomar decisiones libres sobre cómo desean cuidar su apariencia y vivir sus vidas. Esto implica cuestionar y cambiar las normas sociales que perpetúan estas diferencias.
En resumen, la diferencia en el cuidado de la apariencia entre hombres y mujeres puede ser un indicador de las desigualdades de género arraigadas en la sociedad, y abogar por la igualdad de género implica cuestionar y cambiar estas normas para permitir la libertad de elección individual.”

sábado, 16 de septiembre de 2023

BASTA CON SER ESPAÑOL Y QUERER SEGUIR SIÉNDOLO

A mis amigos de izquierdas; y a los de derechas tibios o perezosos.


La entidad cívica, no vinculada a ningún partido político, Sociedad Civil Catalana (SCC), ha convocado en Barcelona una manifestación para el día 8 de octubre, en contra de la pretensión de los partidos separatistas y de la extrema izquierda española, de que se amnistíen todas las responsabilidades de todo tipo derivadas del denominado Proceso catalán. Con toda intención, SCC hace coincidir esta convocatoria con la exitosa manifestación del 8 de octubre de 2017, en la que un millón de españoles desfilamos por las calles de Barcelona en contra del golpe separatista y a favor de la Constitución.



Con Arcadi Espada y Nicolás Redondo en la manifestación del 8 de octubre de 2017

Al hilo de esta convocatoria quiero destacar en estas líneas dos ideas que me parecen fundamentales. La primera es que la pretensión de la amnistía, se lleve a cabo o no, es solo un elemento, un paso más, de un proceso de destrucción de España en el que se encuentran embarcados los partidos separatistas catalanes y vascos, con la complicidad expresa y decidida de la extrema izquierda española (Sumar, Podemos y satélites), la cooperación del PSOE y la contemplación bobalicona de una porción importante de la opinión pública española.


Esta preocupación que acabo de expresar se despacha a menudo en los medios de comunicación con desprecio y sarcasmo: “lleváis años diciendo que España se rompe y no se ha roto”, oímos con frecuencia en tertulias radiofónicas y leemos en columnas de opinión. Qué cabe decir de tan simple réplica, ante la evidencia de que partidos separatistas con una influencia creciente en el gobierno y el Parlamento de España tienen como objetivo esencial de su acción política la secesión de distintas partes del territorio nacional.


La segunda idea que quiero transmitir es la de que el separatismo nos plantea a los españoles un desafío que calificaría como prepolítico, en el sentido de que, mientras dicho reto no haya sido superado, los ciudadanos no podremos “hacer política”, como se entiende tal cosa en una sociedad democrática. Es decir, que debemos olvidarnos y dejar temporalmente a un lado las naturales contiendas de las diferentes opciones políticas sobre los más diversos asuntos (educación, sanidad, pensiones, vivienda, justicia, fiscalidad…), tal y como se desenvuelven en una nación sana, y no aquejada de la enfermedad de la que se encuentra aquejada España.


Y esto es así porque, como su propio nombre indica, la política se desarrolla en la polis y lo que está hoy en cuestión en España es la propia existencia de la polis o de algunos de sus elementos fundamentales.

La polis contemporánea es la nación, convertida en Estado, que se constituye en una unidad de decisión y de solidaridad, en la que un conjunto de ciudadanos libres e iguales ante la ley deliberan y optan en las elecciones por las políticas y los gobernantes que consideran más adecuados.


Pero, para que una nación y un Estado merezcan tal nombre deben contar con una serie de atributos, sin cuya presencia no podrán tenerse por tales, no merecerán ser llamados nación o Estado. La nación necesita un territorio en el que asentarse, una población, constituida por el conjunto de los ciudadanos y una serie de instituciones, que configuran el poder del Estado.


Pues bien, en España hoy están gravemente amenazados dos de estos elementos esenciales. El territorio está amenazado por partidos separatistas radicales, que pretenden la desmembración unilateral de la nación a corto plazo, y la población está amenazada por estas mismas fuerzas, que pretenden convertir en extranjeros, en su propio país, a una buena porción de nuestros conciudadanos.


No voy a dedicar tiempo a refutar a quienes dicen que la unidad de España es un concepto arcaico o autoritario o, en el mejor de los casos, meramente sentimental. Tampoco a quienes ven con desdén o le restan importancia a la separación de partes del territorio nacional, y no cualesquiera, por cierto. Que cada uno se engañe como quiera. Al margen de cuestiones históricas, sociológicas, culturales o sentimentales, la desmembración de la nación española comportará la ruina económica de lo que hoy conocemos como España.


Por eso, ante iniciativas como la de Sociedad Civil Catalana, quienes queremos mantener la armonía, la estabilidad y el bienestar de la nación y creemos ostentar un derecho de soberanía sobre todo el territorio nacional, debemos aparcar nuestras diferencias políticas con nuestros conciudadanos y unirnos en esta hora en la defensa de las bases mismas sobre las que se asienta nuestra condición de ciudadanos.


Es lamentable que el Partido Socialista gobernante haya realizado tantas cesiones al separatismo en estos últimos años, que solo han servido para rearmarlo. No podemos saber hasta dónde será capaz de llegar en la actual coyuntura, pero ha dado suficientes muestras como para que pensemos que, si no le da lo que pide ahora el separatismo, no será por principios, sino por mero cálculo táctico, confiando en que unas nuevas elecciones lo coloque en mejor situación, para seguir dirigiendo el gobierno de España.


El golpe de Estado de Tejero de 1981, a pesar de su gravedad, resultaba un episodio incongruente, representado en el último cuarto del Siglo XX. Los ciudadanos españoles reaccionamos con claridad y firmeza y un punto de incredulidad ante lo que más parecía el último pronunciamiento decimonónico de los espadones de nuestro ejército.


Se dice que el golpe separatista de 2017 y el que están de nuevo urdiendo son golpes posmodernos, que se llevan a cabo sin violencia. Yo no comparto esta idea. Bastante violencia hemos visto en las calles de Barcelona y de toda Cataluña para saber que se trata de una revolución, como todas en la historia, teñida de odio y violencia. El fugado Puigdemont dice en su penúltimo twitt, movido sin duda por el odio, que España está podrida. Esta  grave ofensa nos la propina el líder de un movimiento nacionalista, supremacista y xenófobo, pura putrefacción. Hasta ahora, esa violencia ha tenido una única dirección, pero no olvidemos las enseñanzas de la historia, algunas bien recientes, como la destrucción de la antigua Yugoeslavia y el océano de muerte dolor y destrucción que trajo consigo. ¿Acaso somos los españoles mejores que los balcánicos?


Yo no he votado nunca a partidos de la derecha y sigo sin animarme a hacerlo. El PP no me parece fiable sobre esta cuestión capital de la que vengo hablando. No hay más que ver los titubeos de Feijoo acerca de pactar o no con el separatismo. Y Vox es un partido extremista al que no apoyaré con mi voto, aunque coincida con su postura ante la deriva separatista. Los partidos de la pretendida izquierda están como están. Por eso me parece apropiado apoyar la iniciativa de Sociedad Civil Catalana. No hace falta ser de izquierdas o de derechas para unirse a la manifestación. Basta con ser español y querer seguir siéndolo.

jueves, 7 de septiembre de 2023

HERRERA ENTREVISTA A ALFONSO GUERRA

https://www.cope.es/programas/herrera-en-cope/noticias/alfonso-guerra-tacha-infamia-contra-democracia-reunion-yolanda-diaz-con-puigdemont-20230907_2886380

Escucha esta entrevista que le ha hecho Herrera esta mañana a Alfonso Guerra, magnífica de principio a fin. Guerra ha dicho, entre otras muchas cosas, que le causó interiormente un desgarro muy grande una reciente manifestación del sabio historiador, Juan Pablo Fusi, en la que afirmó que sentía “todo lo que ocurre hoy como la derrota de mi generación”. Una generación, que es la de Alfonso Guerra. Guerra añade que él no se resigna y piensa rebelarse contra ese estado de cosas. Ojalá muchos otros, en las élites como en el pueblo llano, adoptaran una actitud como esa. Esto lo digo yo.

Otra de las cosas que dice Guerra es que la amnistía que parece que proyecta su partido sería la condena de la transición democrática.

Pero, lo más transcendente de la entrevista es cuando le dice a Herrera que, si se consuma el hecho de que un grupo político que ha recibido el voto del 1,6% de los ciudadanos somete al conjunto de los españoles, la nación habrá entrado en decadencia.

jueves, 31 de agosto de 2023

LOS FRAUDES DE LA INVESTIDURA

 

Hoy he visto que circula por las redes el artículo de Daniel Gascón en El País, “F de fraude”.

Modestamente, añado algunas consideraciones a los dos aspectos más fraudulentos del contenido de las negociaciones en curso entre el PSOE y los separatistas catalanes.

En primer lugar, el llamado ‘préstamo’ de diputados/senadores. En mi opinión, la conducta de los diputados de los grupos prestamistas y prestatarios es análoga a la de quien utilizase una factura (falsa) de 20 placas solares, para justificar una subvención de una instalación fotovoltaica en la que solo se hubieran instalado 5 (se nos pueden ocurrir decenas de ejemplos que podrían venir al caso). Tanto una conducta (la de los diputados defraudadores), como la otra (la del instalador de placas y el ciudadano, ambos defraudadores) constituyen un fraude de subvenciones, que, en principio, encajan en la definición de dicho delito contemplada en el artículo 308 del Código Penal: “El que obtenga subvenciones o ayudas de las Administraciones Públicas, incluida la Unión Europea, en una cantidad o por un valor superior a cien mil euros falseando las condiciones requeridas para su concesión u ocultando las que la hubiesen impedido será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años y multa del tanto al séxtuplo de su importe, salvo que lleve a cabo el reintegro a que se refiere el apartado 6.”

Se calcula que ambos grupos separatistas, Junts y ERC, cobrarían unos 146.000€ al año, cada uno, si no formaran grupo parlamentario y, por medio del fraude que el PSOE les facilita, van a cobrar más de 510.000€, cada uno.

Todo el mundo sabe que se trata de un fraude, pero nadie, que yo sepa, se ha referido a la posible vertiente penal de este asunto. En primer lugar, porque se viene repitiendo legislatura tras legislatura desde hace varias y ya se considera una conducta normal. Pero, en segundo lugar, porque, probablemente, en la conciencia íntima de aquellos de sus perpetradores que entiendan de estas cosas y en la de sus asesores jurídicos, debe anidar la convicción de que estas decisiones son inimputables, por estar amparadas en la libertad política de los parlamentarios.

Yo me atrevo a discrepar de esa idea. La administración y gestión de las subvenciones a los grupos parlamentarios no es una actividad política, sino más bien una actuación que cabe encuadrar en los límites de la actividad organizativa y administrativa del Parlamento y que debe estar sujeta a las mismas reglas legales que el conjunto de la actividad administrativa de los poderes públicos.

El Parlamento podría aprobar un reglamento que dijera que, si Pedro Sánchez lo necesita para ser investido, un solo diputado podría formar grupo parlamentario. Pero, por el momento, no es ese el caso.

Siempre me ha parecido una lacra la judicialización de problemas o conflictos que deben ser resueltos de otra manera, pero, ante actitudes tan desvergonzadas como el préstamo de parlamentarios, en claro perjuicio del erario público, caben pocas alternativas.

La segunda cuestión a la que quería referirme es a la llamada amnistía de los variados delincuentes y otros infractores del Proceso catalán. Por lo que estoy leyendo en los medios, no solo se pretende revocar todas las acusaciones y condenas, en los ámbitos penal y administrativo, de modo que todos queden libres de sanciones penales y de otro tipo. Sino que se pretende también anular las responsabilidades que podríamos llamar resarcitorias. Me estoy refiriendo a lo siguiente:

Por un lado, a las responsabilidades civiles derivadas de delito, como por ejemplo, la indemnización que pudiera fijar el juez en favor del policía al que un angelito le rompió el cráneo, al arrojarle un adoquín a la cabeza en la Vía Layetana. Indemnización a la que sería condenado el autor del delito.

Y, por otro lado, a las responsabilidades contables en las que han incurrido los políticos y funcionarios procesistas, por malversar fondos públicos en actuaciones ilegales en pro de la independencia.

En ambos casos, no se trata de sanciones, sino del mero resarcimiento del daño causado a otro: en un caso, al policía al que le fracturaron el cráneo; y, en el otro, al Estado, que es como decir a todos los ciudadanos, que vimos cómo el peculio público se vio disminuido por la acción malversadora de autoridades y funcionarios.

¿Qué podría hacer el policía y qué podríamos hacer el conjunto de los ciudadanos, que sufriéramos semejante despojo, perpetrado por las Cortes, en forma de una Ley mal llamada de amnistía?

Supongo que algún procedimiento legal podrá emprenderse contra los autores de estos desmanes, si se llegan a consumar, que todo indica que así será.

miércoles, 23 de agosto de 2023

SI LO HICIERAS TÚ, IRÍAS A LA CÁRCEL

 


Se trata de un fraude. Pero no en sentido figurado, de un fraude político, que también, sino de un auténtico fraude de subvenciones. El PSOE le ‘presta’ diputados al partido de Puigdemont y Sumar se los 'presta' al partido de Junqueras, para que alcancen el número mínimo (que no han obtenido en las elecciones) que les permita formar grupo parlamentario y así gozar de sus ventajas: más tiempo en las intervenciones, más autonomía para la presentación de iniciativas y, sobre todo, más dinero. Se calcula que ambos grupos cobrarían unos 146.000€ al año, cada uno, si no formaran grupo parlamentario y, por medio del fraude que el PSOE les facilita, van a cobrar más de 510.000€, cada uno.

Sería algo así como si el instalador de placas solares te entregase una factura de 20 placas, cuando tú solo instalaste 5, pero usas la factura para cobrar la subvención, como si hubieras instalado 20. Cualquier ciudadano que realizara una actuación análoga a esta sería condenado a una pena de prisión, por un delito de fraude de subvenciones del artículo 308 del Código Penal.

Ya sabemos que los separatistas tienen patente de corso. No se persiguen los delitos que cometen y, si en algún caso se les condena, inmediatamente se les perdona.

En este caso se trata de un delito perpetrado abiertamente, sin tapujos, casi haciendo ostentación. Que tiene unos autores claros, los diputados de los grupos separatistas. Y unos cooperadores necesarios no menos evidentes: los diputados del PSOE y de Sumar.

¿Por qué nadie persigue esta infamia y se deja pasar, como si tal cosa?

miércoles, 9 de agosto de 2023

ABERRACIONES CONTEMPORÁNEAS

 

Una ley aprobada por las Cortes permite que una madre le diga a su hijo que no es su madre, sino su padre, a pesar de haberlo parido; y que su padre le diga que no es su padre, sino su madre, a pesar de haberlo engendrado, por ejemplo, violando a la madre que lo parió.

Invocando esa ley aprobada por nuestro parlamento, algunos hombres que dicen sentirse mujeres están solicitando y, con frecuencia, consiguiendo, ser recluidos en cárceles de mujeres, participar en competiciones deportivas femeninas, usar los aseos y vestuarios de mujeres en toda clase de instalaciones y un sin fin de aberraciones sin cuento.

Cuando se les niegan las perversiones que solicitan lo denuncian como una conducta de odio contra las personas LGTBI…XYZ, o tránsfoba o Dios sabe qué otro barbarismo. Y, con frecuencia, reciben el apoyo de partidos y otros colectivos e incluso de las autoridades.

Este mero comentario que estoy haciendo, con seguridad, merecerá una valoración similar por parte de esa gente y, probablemente, podría estar incurriendo en alguna de las infracciones recientemente reguladas y llevar aparejada una sanción.

Cuando oigo o leo que algunos partidos se proponen el reconocimiento de nuevos derechos a determinadas personas o colectivos o abogan por lo que suelen llamar el blindaje de los derechos ya reconocidos, lo que me viene a la cabeza son casos como el que cuenta el periódico, los que he descrito yo más arriba y otros similares.

Se trata de un proyecto de ingeniería social que pretende construir un mundo distópico invivible, al que la mayoría de los ciudadanos está asistiendo impávida, como si no fuera con ellos.

viernes, 9 de junio de 2023

RACISMO INVERSO, INSULTO FALLIDO

Amparo Rubiales, hasta ahora presidente del PSOE de Sevilla, ha llamado al líder del PP Elías Bendodo “judío nazi”. No parece haber suscitado demasiada censura en el territorio ideológico al que pertenece la señora Rubiales, entendido esto en sentido amplio. Me pregunto qué reacción habría merecido en ese territorio que un político de la derecha hubiera calificado a un político de izquierdas gitano nazi o moro nazi. Es una pregunta retórica, naturalmente. El escándalo sería intenso y duradero.

Por otro lado, ¿no ha reparado la señora Rubiales en que motejar a cualquiera de judío adorna a esa persona de una pátina de prestigio de la que carecía antes de que se conociera su origen étnico? Repasa la nómina de premios Nobel de ascendencia judía: https://hmong.es/wiki/List_of_Jewish_Nobel_laureates
Se trata, pues, en el fondo, de un insulto fallido. Al calificar a Bendodo de judío Rubiales ha ejercido una suerte de racismo inverso, prestigiando al sujeto de su invectiva y, al calificarlo de nazi, no ha conseguido sino caer estrepitosamente en el ámbito de aplicación de la ley que dicta que quien tal cosa hace es porque ya tiene perdida la contienda, cualquiera que esta sea.

domingo, 4 de junio de 2023

EXTRAVAGANCIAS

 


Esta noticia puede o no ser importante, en función de que las informaciones que maneja la redactora de tribunales de El Mundo, Ángela Martialay, generalmente muy bien informada, sean ciertas y se concreten en hechos en las próximas horas o días.
Según esta información, el Tribunal Constitucional (TC) va admitir a trámite los recursos de amparo presentados por los condenados en la pieza política de los ERE, entre los que se encuentran los expresidentes Chaves y Griñán. De acuerdo con lo que se señala en el artículo, los letrados del TC habrían emitido un informe favorable a la admisión de los recursos. Es importante hacer notar que el TC solo admite a trámite el 1,6% de los recursos de amparo que se presentan. Pero, la noticia ofrece un dato más y no poco importante. Al parecer, la razón esencial que ha movido a los letrados del TC a decantarse por proponer la admisión de los recursos contra la sentencia del Tribunal Supremo es que las condenas que se contienen en dicha sentencia y, por tanto, también en la de la Audiencia Provincial de Sevilla, se basan en una interpretación extravagante del artículo 404 del Código Penal, regulador del delito de prevaricación administrativa. Es decir, los letrados del TC parecen haber entendido que los recursos de amparo presentados gozan de lo que en latinajo se llama el “fumus boni iuris” (en cristiano, apariencia de buen derecho). Esto significa que se ha apreciado la apariencia o probabilidad de que la acción legal emprendida a través de los recursos de amparo tenga un fundamento jurídico válido. En este sentido, la extravagancia que reprochan los letrados a las sentencias recurridas residiría en el hecho de que el delito de prevaricación exige que su autor haya dictado una resolución administrativa y resulta que los ex altos cargos de la Junta de Andalucía fueron condenados por dictar lo que el artículo llama unos actos prelegislativos, que no tendrían el carácter de resoluciones administrativas. ¡Claro! Llevamos años diciéndolo: el Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó los proyectos de Ley del Presupuesto, en los que se contenía la partida presupuestaria con la que se financiaron las ayudas de los ERE. Pero ese acto no podía ser delictivo por sí mismo. Y no solo porque la decisión no era un acto administrativo, sino un acto político, insusceptible esencialmente de incurrir en un carácter prevaricador; sino, mucho más importante: porque los proyectos que aprobaba el Gobierno, finalmente, los sancionaba el Parlamento como leyes del propio Parlamento. Como bien se comprende, si la Ley aprobada por el Parlamento no puede ser, por definición, ilegal, tampoco lo puede ser el proyecto de Ley aprobado por el Gobierno, con el mismo contenido. Es cierto que el TC no puede convertirse en una segunda instancia de apelación o casación de las sentencias del Tribunal Supremo. Su función en el ámbito que nos ocupa consiste en la protección de los derechos fundamentales, a través del recurso de amparo. Pero no es menos cierto que si finalmente el TC asume el criterio de sus letrados, no le será difícil argumentar que una aplicación extravagante de la norma penal en perjuicio del justiciable constituye, por sí misma, una violación del derecho a la obtención de la tutela judicial efectiva y acabe estimando el recurso de amparo y anulando la sentencia por ese motivo. Con todo, no terminarían aquí los tremendos efectos que puede conllevar el que estas tesis sobre la prevaricación en la causa de los ERE acaben prosperando. Téngase en cuenta que la tesis de la sentencia de la AP de Sevilla, que el TS acoge en la suya, es la de que los delitos de prevaricación y malversación, por los que han sido condenados los ex altos cargos de la Junta de Andalucia, se encuentran en una situación que se denomina técnicamente como concurso medial. Esto significa que, según ambos tribunales, quienes fueron condenados por ambos delitos, prevaricaron con el fin de malversar, que es lo que significa eso del concurso medial: que la comisión de un delito sirve para la comisión del otro. Es decir, que estas personas dictaron resoluciones groseramente ilegales, que no otra cosa es prevaricar, para malversar, esto es, para permitir que otras personas sustrajeran en su favor ilegítimamente caudales públicos. Pero, demos un paso más. Para que haya malversación o prevaricación tiene que haber, al menos, un funcionario público implicado como autor del delito. En la causa de los ERE, las personas no funcionarias acusadas, procesadas y algunas ya condenadas, que no tienen la condición de funcionarios públicos, intervienen en estos delitos especiales de los funcionarios con un carácter que se denomina de “extraneus”. Pero no es posible la comisión de tales delitos exclusivamente por “extraneus”, sin la presencia de un funcionario. Por ello, ¿qué pasaría si los autores típicos del delito de malversación en la causa de los ERE, esto es, los ex altos cargos condenados, resultaran absueltos, porque se anulan sus sentencias? ¿Sería sostenible la condena por malversación de un comisionista o de un intruso de los ERE, si no hay ningún funcionario condenado por este delito, típico de los funcionarios públicos? Es bastante improbable que las consecuencias de la admisión de los recursos de amparo presentados y de una hipotética sentencia estimatoria del TC lleguen a ser tan radicales como acabo de esbozar. Pero, como hemos dicho tantas veces, en la causa de los ERE se ha hecho y se sigue haciendo mucha brocha gorda y es probable que acabe teniendo consecuencias indeseadas e irreversibles.
Si así fuera, no lo dudes, los responsables del desaguisado serían los pintores de brocha gorda y, en particular, una pintora que goza de una fama tan grande como injustificada e inmerecida.

miércoles, 17 de mayo de 2023

MÁS SOBRE CORREOS

 


Hoy fui a Una oficina de Correos a recoger un paquete a nombre de otra persona. Llevaba una autorización y ambos DNI, todo en formato digital en mi teléfono. Pues bien, como Correos sigue viviendo en la época de Miguel Strogoff, la empleada, con una satisfacción apenas disimulada, se ha negado a entregarme el envío, por no llevar los documentos en formato físico. Le pregunto por los motivos de su negativa y me ofrece una razón imbécil: “lo exige la ley de protección de datos”. Le ofrezco enviarle los documentos para que ella los imprima y recibo otra respuesta imbécil: “no nos está permitido.”

Esta entidad pública que es Correos disfruta del monopolio de las notificaciones oficiales certificadas. A pesar de eso, sólo se tiene en pie a costa de ordeñar abundantemente las ubres del Estado, ya que es incapaz de pagar con sus propios recursos su inmensa plantilla.

Además, se aprovecha de esos privilegios para competir deslealmente con las compañías privadas de mensajería, que no gozan del monopolio y de las ayudas públicas de las que disfruta Correos. Y lo hace del modo inepto que ya he descrito. Para la entrega de un paquete de 30€ procedente de Ikea, como era el caso, me han aplicado el mismo procedimiento que para la entrega de una citación para un juicio o de una notificación de una sanción de un millón de euros. Algo ciertamente de imbéciles.

Correos trata a sus clientes, forzosos en la mayoría de los casos, como imbéciles, de modo que, a partir de ahora, rehusaré toda clase de envíos no obligatorios u oficiales que procedan de ese maldito nido de incompetencia y derroche de recursos públicos. Advertiré a las compañías en las que compre que, si realizan sus envíos a través de Correos, los rehusaré. Y no volveré jamás a enviar un paquete por Correos. Publico esto para que cunda mi ejemplo.

lunes, 21 de noviembre de 2022

CORREOS, ¡QUÉ DESASTRE!


Hace unos días me compré unos zapatos en la página web de una conocida marca de calzado deportivo. Esta marca utiliza para sus envíos la empresa pública de Correos y me ofrecía entregarme la compra en unos casilleros electrónicos que Correos tiene distribuidos en numerosas ubicaciones. Yo elegí los que se encuentran en un supermercado cerca de casa. Recogí los zapatos cuando estaban disponibles y, como no eran de mi agrado, el día siguiente, sábado, contacté con el proveedor para comunicarle mi intención de devolverlos. El proveedor me facilitó una etiqueta de devolución y me indicó el modo de operar, que consistía en depositar la caja con el producto a devolver en los mismos casilleros de Correos, de modo que me dirigí al supermercado.
 

La primera dificultad que encontré fue que la etiqueta tenía dos códigos de barras diferentes, uno se llama “Paq retorno” y el otro “Return label”. La máquina solo identificó uno de ellos y, sorprendentemente, me preguntó qué clase de cosa quería devolver. Digo sorprendentemente, porque, si la máquina identificó el código de mi etiqueta, debería saber de qué devolución se trataba, pero bueno. Como ofrecía varias opciones y una en concreto era zapatos, elegí zapatos. A continuación, de los diversos casilleros de diferentes tamaños que allí había se abrió uno en el que de ninguna manera cabía la caja de mis zapatos, de modo que tuve que abortar la operación, cerrando el casillero abierto, tal y como me indicó la maquinita que debía hacer y empecé de nuevo el proceso. Esta vez me proponía decirle a la máquina que quería devolver una maleta, que era otra de las opciones que recordaba, en vez de unos zapatos. Pero no hubo caso. La pantallita del casillero, después de reconocer el código de devolución, me informó de que era imposible realizarla en ese momento y que volviera a intentarlo pasados unos minutos. Repetí el intento en varias ocasiones durante los siguientes 30 minutos, sin éxito alguno. Antes de abandonar el supermercado, llamé al teléfono de asistencia que ofrecían en la pantalla y toda la asistencia que recibí fue la información de que durante el fin de semana no hay asistencia y que probara a llamar de nuevo el lunes.
El lunes a las 8 y media de la mañana llamé al teléfono de asistencia de Correos y tuve que esperar 10 minutos para que me atendieran porque, ya sabes, “todos nuestros operadores están ocupados”. Cuando logré hablar con una persona, toda la asistencia que me ofreció consistió en informarme de que el producto por cuya devolución yo me interesaba ya había sido entregado a su destinatario. Es decir, a mí mismo. La operadora no encontraba ni rastro de mi petición de devolución (recuerda que ya me habían facilitado la etiqueta de devolución), ni de mi intento infructuoso de entrega del producto para devolverlo. Le ofrecí leerle los 2 códigos que aparecían en la etiqueta. Empecé por uno y me dijo que ese no podía ser, porque tenía que empezar por L. Le leí el código de 16 dígitos que empezaba por L y, cuando terminé, la chica me dijo que tampoco podía ser ese, porque era demasiado corto. ¿Qué hago, entonces?, le pregunté. Y se hizo el silencio. La operadora no sabía cómo ayudarme, así que me despedí y colgué.
Horas más tarde decidí dirigirme a una oficina de Correos, para ver si con una persona de carne y hueso podía resolver el asunto, aunque ya me temía lo peor. Cuando llegué a la oficina me encontré una cola considerable, que no avanzó nada en 10 minutos, sin que nadie por allí supiera el motivo. De modo que me dirigí a la ventanilla, donde me informaron de que el sistema informático de Correos se había “caído” y que por eso estaban parados. Me marché nuevamente frustrado y volví a casa pensando ya en quién podría aprovechar unos zapatos que a mí me quedaban estrechos. Pero antes volví, de nuevo, al supermercado, para comprobar si el problema del sábado se había arreglado, pero la máquina me dio el mismo mensaje: “vuelva a intentarlo pasados unos minutos”. No perdí ni un minuto más en ello y abandoné toda esperanza de devolver los zapatos.
Este episodio me ha traído a la memoria otros del pasado que involucran al servicio de Correos. Durante años, en la localidad en la que vivo, el reparto de la correspondencia se producía solo uno o dos días a la semana y en vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano podíamos pasar dos o tres semanas sin correo. Por aquel tiempo, no fue raro recibir invitaciones a eventos cuando ya se habían celebrado y otros trastornos. Tampoco se me ha olvidado un penoso incidente cuya explicación no llegamos a conocer. Fuimos a enviarle un paquete a nuestra hija que residió un año entero en el extranjero, por razón de estudios. El paquete contenía fundamentalmente ropa y algunos accesorios, todo lo cual empaquetamos en la oficina de Correos, en presencia de los empleados, en una de las cajas de embalaje que vende la propia compañía. En la parte superior del paquete colocamos un bolso de cierto valor. Pues bien, cuando el paquete llegó a su destino, el bolso había desaparecido. Fuimos a contarlo a la oficina y los empleados se limitaron a culpar al país de destino, sin ofrecernos ninguna solución.
El escritor Javier Marías, recientemente fallecido, contó en sus columnas periodísticas en varias ocasiones los problemas que tuvo con el mal funcionamiento del servicio de Correos. Marías también contó que, como probable venganza por sus críticas, en varias ocasiones Correos había extraviado paquetes que le tenían a él como destinatario o remitente.
Con estos antecedentes, pienso ahora, el verdadero desastre de funcionamiento del actual sistema de paquetería de Correos adquiere todo el sentido.
Tengo ya muchos trienios como empleado del sector público. Demasiados. Y siempre había pensado que si el sector privado tenía algo que enseñar en materia de gestión de servicios- lo que para mí no era evidente por sí mismo - el sector público no debía ser sustituido, sino obligado a aprenderlo.
Cuando contemplo la experiencia que te acabo de contar (y otras parecidas) y la comparo con la eficacia con la que compañías como Amazon gestionan entregas y devoluciones del comercio electrónico, esa duradera convicción mía se resquebraja. Y bien que lo siento.

sábado, 21 de mayo de 2022

"LA VIOLENCIA DOMÉSTICA NO ES RESULTADO DEL PATRIARCADO"

Esta es la tesis de Limor Gottlieb, una investigadora del Centro para la Cultura y la Evolución de la Universidad Brunel de Londres. Sostiene en un artículo publicado en la revista online Guillette (https://quillette.com/2022/05/21/why-the-depp-heard-case-should-change-the-gender-paradigm-in-domestic-abuse/), entre otras cosas, que "Las investigaciones concluyen constantemente que las mujeres en las relaciones heterosexuales tienden a perpetrar violencia contra sus parejas íntimas al menos tan a menudo como los hombres."



Quillette


La violencia doméstica no es el resultado del patriarcado

Las investigaciones concluyen constantemente que las mujeres en relaciones heterosexuales tienden a perpetrar violencia contra sus parejas íntimas al menos tan a menudo como los hombres.

Limor Gottlieb

21 de mayo de 2022 6 min de lectura


Domestic Violence Is Not the Result of Patriarchy

La actriz estadounidense Amber Heard durante el juicio por difamación de 50 millones de dólares estadounidenses Depp vs Heard en el Tribunal del Condado de Fairfax, Virginia, el 28 de abril de 2022. (Foto de Michael Reynolds vía Getty Images).


Más abajo puedes encontrar una traducción casera al castellano del artículo y de algunos comentarios al mismo publicados en Internet, contrarios a las tesis de la autora.

NOTA: La revista QUILLETTE dice de sí misma en su página web lo siguiente: "Quillette es una revista en línea con sede en Australia que se centra en el análisis y los comentarios culturales de gran formato. Somos políticamente apartidistas, pero confiamos en la razón, la ciencia y el humanismo como nuestros valores rectores."

TRADUCCIÓN:

"QUILLETTE

La violencia doméstica no es el resultado del patriarcado

Limor Gottlieb

21 de mayo de 2022
6 min de lectura

Como es conocido, Johnny Depp ha demandado a su exesposa Amber Heard por un artículo de opinión que escribió en el Washington Post en 2018, en el que afirmó ser víctima de abuso doméstico. La batalla legal ha llegado a los tribunales de Virginia, EE. UU., y las audiencias se transmiten en directo. El juicio por difamación presenta dolorosas acusaciones de abuso doméstico en las que Depp tiene varias grabaciones de audio de Heard, admitiendo haberle dado una paliza y haberle amenazado: "Díselo al mundo, Johnny. Yo, Johnny Depp, un hombre, también soy víctima de violencia doméstica, y veremos cuántas personas te creen o se ponen de tu lado".
Como investigadora de doctorado en psicología y relaciones, que actualmente escribo mi tesis sobre el tema de la violencia en la pareja, he estado siguiendo este caso con gran atención y profunda frustración por el doble rasero con el que la sociedad aborda el tema del abuso doméstico. En este artículo sostengo una tesis contraria al paradigma de género respaldado públicamente sobre la violencia doméstica y, en su lugar, ofrezco una perspectiva neutral en cuanto al género desde la psicología, que tiene sus raíces en la evidencia empírica.
La violencia en la pareja (VP) es una cuestión de salud pública mundial y de derechos humanos. Recientemente, el aislamiento social y las medidas de confinamiento debidas a la COVID-19 han exacerbado aún más este problema, ya que ha habido un aumento dramático de los casos de VP en todo el mundo. La VP se refiere a cualquier comportamiento llevado a cabo para infligir daño a las parejas románticas; sin embargo, se asocia comúnmente con la violencia infligida por los hombres. Esta creencia popular se conoce como el "paradigma de género" y se deriva de una visión patriarcal de la violencia doméstica. Desde esta perspectiva, los hombres de las culturas occidentales socializan para dominar a las mujeres e incluso tienen derecho a utilizar la violencia para establecer el poder y el control sobre las mujeres. Sin embargo, la investigación encuentra constantemente que las mujeres en las relaciones heterosexuales tienden a perpetrar violencia contra las parejas íntimas al menos tan a menudo como los hombres (si no más). Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), uno de cada siete hombres en los Estados Unidos ha sido víctima de abuso físico por parte de una pareja íntima a lo largo de su vida, y uno de cada 10 hombres ha sufrido violación, violencia física y acoso por parte de una pareja íntima. Datos recientes de la Oficina Nacional de Estadística indican que de cada tres casos de VP reportadas en el Reino Unido, dos víctimas son mujeres y una es hombre. Estas cifras pueden estar incluso altamente subestimadas, teniendo en cuenta que las víctimas masculinas de abuso doméstico tienen menos probabilidades de ver el abuso como un delito y, en general, de no denunciarlo a sus amigos o a la policía.
De hecho, las víctimas masculinas de abuso doméstico a menudo encuentran sospechas o incredulidad y tienen dificultad para encontrar ayuda pública porque los servicios o refugios de abuso doméstico se centran principalmente en las mujeres víctimas. Además, la violencia contra los hombres infligida por mujeres no se toma tan en serio en los tribunales y tiende a considerarse menos grave, a pesar de los datos que sugieren que los hombres tienen más probabilidades de resultar heridos físicamente por parejas íntimas femeninas. Además de las lesiones físicas, los hombres víctimas de VP también sufren consecuencias psicológicas, como síntomas de estrés postraumático.
En consecuencia, la opinión de que todos los actos de violencia doméstica son el resultado del patriarcado por sí solo no solo es engañosa, sino también peligrosa porque: a) ignora a las víctimas masculinas, y b) no explica la violencia infligida por las mujeres a las parejas íntimas masculinas. Por lo tanto, es hora de una revisión importante de nuestro pensamiento, y es hora de reemplazar el paradigma de género del abuso doméstico con una perspectiva científicamente sólida sobre el tema, que esté arraigada en los hechos, no en la ideología.
Así que, si no es el patriarcado, ¿qué es lo que objetivamente conduce a la VP?
La visión patriarcal de la VP ha sido desacreditada durante mucho tiempo por un enorme volumen de evidencia empírica que sugiere que hay factores biológicos y psicológicos que colocan a las personas (tanto hombres como mujeres) en un mayor riesgo de perpetración de VP. Todos los que viven o han vivido en una relación saben que el conflicto es inevitable. En todas las relaciones con alta interdependencia (lo que significa que las vidas de las parejas están entrelazadas), se espera que surjan intereses en conflicto ocasionalmente. Esto se conoce como "violencia situacional en la pareja". Cuando los socios no llegan a un acuerdo o no resuelven un problema, pueden surgir frustración, ira e inseguridades y hacer que un conflicto no violento se convierta repentinamente en un conflicto violento. Desde esta perspectiva de interdependencia, la VP puede entenderse como un comportamiento impulsivo que surge cuando las parejas (tanto hombres como mujeres) experimentan incomodidad o amenaza en su relación. De hecho, las personas perpetran violencia contra sus parejas íntimas en unas tasas alarmantes. En EE. UU., una de cada seis parejas experimenta al menos una acción de VP cada año. Sin embargo, no todos los hombres y mujeres recurren a la violencia durante el conflicto.
Una gran cantidad de la investigación sugiere que las diferencias individuales en los estilos de apego y la forma en que interactúan en una dinámica de pareja pueden predecir la perpetración de VP por ambos, hombres y mujeres. La teoría del apego explica que nacemos con un sistema de apego innato, que está influenciado por nuestras relaciones de la primera infancia con nuestros cuidadores y puede afectar a la forma en la que nos relacionamos con las parejas románticas. Por ejemplo, las personas con padres que respondieron a sus necesidades y les hicieron sentir seguros tienden a desarrollar un estilo de apego seguro. Las personas con un estilo de apego seguro se sienten seguras en sus relaciones, se sienten cómodas con la intimidad y pueden confiar fácilmente en los demás. Por el contrario, las personas con padres que no respondían a sus necesidades y eran negligentes o inconsistentes en la prestación de atención tienden a desarrollar un estilo de apego inseguro, que se conceptualiza a lo largo de dos modalidades distintas: ansiedad y evitación.
El apego de ansiedad se caracteriza por los intentos de mantener la cercanía al otro miembro de la pareja, como aferrándose a él, y una dependencia excesiva para obtener seguridad y estabilidad. Las personas con un estilo de apego ansioso tienden a ser más sensibles a los signos de rechazo de sus parejas y temen constantemente ser abandonadas. Como resultado, las personas ansiosas pueden utilizar comportamientos de control o coercitivos, a menudo de naturaleza violenta, como medio para acercarse a sus parejas cuando experimentan angustia o se sienten amenazadas en sus relaciones.
El apego de evitación, por otro lado, se caracteriza por el miedo a la intimidad y al acercamiento excesivo al otro miembro de la pareja. Las personas con un estilo de apego evitativo tienden a ser más autosuficientes y tienen miedo de depender de los demás. Las personas evitadoras también son más propensas a ignorar los signos de problemas en sus relaciones y tienden a evadir el conflicto cerrándose o escapando a ellos.
La investigación sobre los estilos de apego y la VP muestra constantemente que las personas con estilos de apego inseguros, específicamente aquellas con un estilo de apego ansioso, tienden a perpetrar más violencia contra las parejas íntimas. Por otro lado, la forma en que los estilos de apego de los socios interactúan en una pareja puede ser especialmente predictiva de la perpetración de VP. Específicamente, emparejar a personas con apegos ansiosos y evitativos puede ser una receta para el desastre. Por ejemplo, mientras que la pareja evitante quiere evadir la intimidad, la pareja ansiosa quiere buscar tranquilidad constante y estar físicamente cerca de su pareja. La pareja evitativa, que se siente incómoda con la intimidad y quiere sentirse independiente, puede percibir a la pareja ansiosa como necesitada y pegajosa. En consecuencia, cuando la pareja evitadora no satisface las necesidades de apego de la pareja ansiosa, esta puede sentirse rechazada y puede recurrir a "comportamientos de protesta" (como la rabieta de un niño) para llegar a sus parejas evitantes.
El emparejamiento de individuos ansiosos y evitadores a menudo se conoce como la trampa ansioso-evitante porque puede atrapar a parejas en un ciclo tóxico de persecución y retirada, empuje y tirón. Por lo tanto, se espera que estas parejas informen de más violencia en sus relaciones. Un estudio en particular mostró que las mujeres ansiosas que están emparejadas con hombres evitadores demuestran patrones de persecución y abstinencia en los que las mujeres exigen más cercanía de la que los hombres podrían tolerar. En consecuencia, los intentos de retirarse del hombre evitador solo agravan las demandas de su pareja ansiosa, lo que podría conducir al uso de la violencia por parte de ambos miembros, cada uno por diferentes razones: ganar cercanía frente a ganar espacio. Además, una ruptura es una píldora difícil de tragar para la persona ansiosamente apegada, porque su pesadilla de ser abandonada por su pareja y perder la relación se ha hecho realidad. Esta puede ser la razón por la que las personas con un estilo de apego ansioso son más propensas a acosar a sus exparejas y a buscar venganza.
Esta perspectiva de género neutral de la violencia doméstica proporciona una comprensión completa y científica del problema, al explicar los mecanismos subyacentes que pueden conducir a la perpetración de la VP. Sin embargo, si bien los estilos de apego ofrecen una justificación sólida de por qué las personas recurren a la violencia, por supuesto, no excusan el abuso. La buena noticia es que los estilos de apego pueden cambiar con el tiempo, y es posible desarrollar una forma más segura de relacionarse con los demás a través del desarrollo personal y la ayuda profesional. Por lo tanto, es necesario seguir desarrollando y hacer accesibles las intervenciones públicas y terapéuticas, tanto para las víctimas como para los perpetradores de violencia doméstica.
La violencia doméstica nunca se detendrá mientras la expliquemos a través de la lente del patriarcado y minimicemos, o ignoremos por completo, los factores biológicos y psicológicos asociados con el abuso doméstico. Al culpar al patriarcado por el abuso doméstico en general y sugerir que todos los hombres están socializados para abusar de las mujeres para obtener poder sobre ellas y, por lo tanto, son los únicos perpetradores de violencia doméstica, ignoramos a las víctimas masculinas de abuso doméstico y las disuadimos de presentarse y hablar.
Por último, la violencia doméstica no debe minimizarse ni justificarse sobre la base de que es mutua.
Al afirmar que todas las mujeres son víctimas de la dominación y represión masculinas y que recurrirán a la violencia solo como medio de legítima defensa, eliminamos toda responsabilidad a las mujeres perpetradoras de abuso doméstico. Como sociedad, debemos tener tolerancia cero con la violencia doméstica, independientemente del sexo o el género del perpetrador.
El tema del abuso doméstico nunca ha sido más importante que en la época del COVID-19 y del #MeToo, y espero que el caso de Johnny Depp contra Amber Heard pueda poner fin al paradigma de género en la violencia doméstica y provocar un viento necesario de cambio social al remodelar la conversación que estamos teniendo actualmente sobre el abuso doméstico a una que empodere tanto a las mujeres como a los hombres víctimas de abuso."
COMENTARIOS:
1. Delenda_Est
"Si bien carece de sentido descuidar la realidad de que las mujeres a veces realizan abusos de diversos tipos contra sus parejas en relaciones heterosexuales, ciertamente desafía el sentido común sugerir que las mujeres son delincuentes con igualdad de oportunidades a este respecto. Una vez más, ¿dónde están los refugios para hombres que han sufrido abusos? La agresión es alimentada por la testosterona; la testosterona también es la hormona clave en el dimorfismo sexual que hace que la agresión masculina sea mucho más consecuente físicamente que la agresión femenina.
El papel que desempeña el Patriarcado en todo esto es multinivel: el patriarcado se basa después de todo en patrones de vida establecidos que aíslan físicamente a las mujeres en hogares privados (el aislamiento social de las mujeres entre sí es un factor clave en la dinámica del Patriarcado); el Patriarcado coloca la propiedad privada del hogar en el centro de la vida económica, y hace que el control de las mujeres por parte de los hombres sea de importancia crítica; la fuerza muscular es uno de los factores más importantes de producción en el Patriarcado premoderno, y en tales contextos de muy baja productividad económica, la fisonomía masculina esculpida por testosterona le da al hombre promedio un Ventaja indiscutible cuando se trata de la dominación física de mujeres aisladas (especialmente si esas mujeres también tienen hijos cuyo bienestar les preocupa). En efecto, el patriarcado convierte a las mujeres en propiedad, con derechos muy limitados; a lo largo de los largos siglos anteriores a la Modernidad, el Patriarcado normalizó la violencia masculina contra sus parejas, incluida la violación marital. El patriarcado invariablemente facilitó que los hombres se divorciaran, vendiendo a su esposa e hijos como esclavos si era necesario.
Toda esta charla sobre los estilos de apego que rigen las relaciones importa poco en un contexto premoderno, donde las personas tenían una voluntad limitada en el matrimonio, por lo que con quién terminaste no estaría significativamente influenciado por la dinámica de la personalidad. Todas estas sutilezas solo entran en juego cuando se llega al período contemporáneo, con la Industrialización.
Podemos decir que la capacidad de las mujeres para abusar de sus parejas en los tiempos modernos ha aumentado marginalmente, pero la sociedad del Patriarcado dominada por los hombres ha tenido más que suficiente inercia acumulada en los tiempos premodernos, para trasladarse sólidamente a lo moderno; y solo en el Occidente próspero, las mujeres tienen suficiente poder social, político y económico, para darle la vuelta a la tortilla y abusar de los hombres (tal abuso, en contraste con la violencia doméstica masculina, es abrumadoramente abuso emocional). No es de extrañar que el tema de la (presunta) VP femenina se vea resaltada por el espectáculo de individuos con un estatus social muy alto que pertenecen a la sociedad occidental más próspera.
Es seguro que hay un abuso episódico y oportunista de los hombres por parte de las mujeres en las relaciones heterosexuales; pero no existe un apoyo sistémico o histórico-institucional de dicha violencia (ninguna misoginia sistémica), como los hombres disfrutan sobre las mujeres. Es tonto y peligroso engañarnos a nosotros mismos de otra manera."
2. Obamawasafool
"La mayoría de las personas que conozco que han sufrido abusos fueron golpeadas, humilladas y abusadas sistemáticamente por sus madres."
3. avatar22
"El "Patriarcado" podría ser la explicación preferida en las facultades de Estudios de Género, pero en el mundo real la mayoría de la gente simplemente explicaría que los hombres son categóricamente más fuertes que las mujeres y tienen muchas más probabilidades de herir o matar gravemente a sus parejas íntimas que al revés. Esto es en virtud de su capacidad física, no de alguna creencia en el poder del "patriarcado".
El hecho es que si fuera un tipo violento podría romper a mi esposa como una ramita, y no soy un hombre excepcionalmente poderoso y ella no es una mujer excepcionalmente débil. La disparidad de fuerza es enorme incluso entre las parejas medias. Claro que podría herirme o matarme si realmente quisiera, atacándome con un cuchillo de cocina mientras estoy durmiendo. Pero a menos que fuera una psicópata completa, es bastante improbable que pudiera herirme gravemente sin mucho más esfuerzo del que yo necesitaría para lograr lo mismo. No es necesario ser científico para entender esta realidad de sentido común.
No estoy diciendo que las mujeres nunca puedan abusar de los hombres, pero es ridículo que la autora ignore a este elefante en la habitación. No es diferente a afirmar que todos los perros pueden ser violentos mientras ignoran la gran diferencia de poder entre, por ejemplo, un pitbull y un caniche de juguete.
Las mujeres que son violentas tienen que ser más violentas, más agresivas, más desquiciadas para hacer el mismo daño a sus parejas. Esa es solo la realidad física del dimorfismo sexual."

FUNDAMENTOS CONTEMPORÁNEOS DE LA MONARQUÍA

 Félix Ovejero ha publicado en su muro de Facebook un excelente texto sobre los fundamentos contemporáneos de la Monarquía, como forma de Estado.

Lo puedes leer aquí:https://www.facebook.com/784688325/posts/10159915147518326/?d=n

Yo, por mi parte, he publicado en el muro de Ovejero este comentario sobre el artículo y las opiniones de algunos comentaristas:

"Excelente texto, Sr. Ovejero. Digno de su calidad como señero intelectual de la nación, en el mejor sentido de la palabra intelectual.

Comparto la paradoja que expresa otro de los comentaristas de su artículo, relativa a la aparente irracionalidad del carácter hereditario de la forma de Estado. Pero eso está relacionado con el propio carácter irracional del poder político, hereditario o no, en una sociedad: ¿por qué gobiernan unos y los demás obedecemos?; ¿por qué la tenencia del poder rodea a su poseedor de un aura, de un carisma que está más allá de las potestades que le confiere la Ley?
En ese sentido, en mi opinión, la Monarquía, en España ofrece una serie de ventajas, relacionadas con nuestra propia idiosincrasia.
En primer lugar y creo que más importante, constituye al Rey en prácticamente la única instancia institucional del Estado de carácter genuinamente neutral. En una nación que tan frecuentemente cae en el partidismo, cuando no en el sectarismo en cualquier ámbito imaginable de la vida pública, nada cuesta imaginar que una Presidencia de la Republica, aunque con poderes limitados, estaría aquejada de los mismos vicios. En su elección y en su propio desenvolvimiento.
En segundo lugar, el carácter hereditario de la jefatura del Estado facilita lo que podríamos llamar la profesionalización del oficio de Jefe del Estado, que es educado, desde su nacimiento, para sus futuras obligaciones. Es evidente que este factor ha dado un resultado excelente en el caso del actual Rey.
Y, finalmente, la Monarquía instituye un claro vínculo del régimen político democrático vigente con la tradición histórica de la nación. En esta época de revisionismo, en la que algunos pretenden que España reniegue, por ejemplo, de su extraordinaria aventura americana, esos mismos renegarán de ese vínculo histórico al que me he referido. Yo, en cambio, pienso que ese revisionismo pasará y que la propia existencia de la Monarquía constitucional, como sucesora de la Monarquía histórica española, coadyuva a fortalecer los vínculos entre los ciudadanos, que se pueden sentir así partícipes de un pasado común, que es una de las razones de nuestra propia existencia como nación.
Esto lo entienden perfectamente los separatismos de toda especie y de ahí su inquina contra la Monarquía. Ahora mismo insultando al Rey Emérito, por una conducta, desde luego nada edificante, pero que aquéllos utilizan, no porque les importe un ápice el prestigio o la fortaleza de la Monarquía o del actual Rey, sino todo lo contrario. Su objetivo es la destrucción de la Monarquía, como paso previo a la destrucción del régimen democrático constitucional."